El Manchester City visitó Goodison Park consciente del desafío que le aguardaba en este legendario estadio, que pronto dejará de ser la sede del Everton tras 129 años de historia. El equipo de David Moyes, fiel a su estilo, presentó su característico muro defensivo y un juego directo y pragmático, el célebre ‘patadón’ de toda la vida. Por su parte, el conjunto de Pep Guardiola, plano y algo predecible, encontró dificultades para generar peligro. No obstante, emergió la figura de Nico O’Reilly, el joven de 20 años que ha conquistado al técnico de Santpedor, marcando un gol crucial que podría valerles un pase a la Champions. Más tarde, Kovačić selló el destino del encuentro con un gol en el descuento, culminando un partido más complicado de lo que sugiere el definitivo 0-2.

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Everton: Un obstáculo en el camino del City
Con el Everton cómodamente instalado en la mitad de la tabla y sin grandes aspiraciones en esta fase de la liga, que concluirá tras cinco jornadas, los toffees se prepararon para hacer tropezar al City, que urgía por asegurar su clasificación a la próxima Champions. Sin embargo, Goodison Park estaba listo para actuar como el último escollo en los planes de Guardiola.
Un muro defensivo impenetrable
El City arrancó con calma, decidido a no perder la cabeza ante el sólido muro levantado por Moyes frente a Pickford. La defensa, compuesta por Tarkowski, Branthwaite, Mykolenko y O’Brien, se mostró firme, mientras que Gueye y Gardner operaban como escuderos en una línea que osciló entre cuatro y cinco jugadores.
Ortega Moreno y el poste, los héroes silenciosos
El reloj avanzaba y el City se diluía en su juego horizontal, apenas logrando poner en aprietos al arquero rival. Un zurdazo de Nunes a los 15 minutos obligó a Pickford a una espectacular parada tras un inesperado resbalón. Lejos de capitalizar el momento, el City reculó, permitiendo a Everton buscar a Broja con constantes centros.
Pese al dominio visitante, fue Tarkowski quien, en el minuto 30, tuvo la ocasión más clara con un potente cabezazo que el poste derecho de Ortega Moreno evitó coronar en gol. En otra oportunidad agonizante para el City, De Bruyne rozó el 0-1 gracias a un disparo al palo que O’Brien despejó heroicamente.

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Pickford y O’Reilly: Protagonistas del final
A medida que el partido avanzaba, Ortega Moreno emergió cual gigante para detener un cabezazo letal de Branthwaite. El City, finalmente liberado de las cadenas del Everton, encontró una apertura en el minuto 61, hasta que Gueye, demostrando el carácter de Moyes, cometió una falta táctica sobre Savinho, que fue celebrada como un gol más en Goodison Park.
La afición vibraba con las paradas de Pickford, pero a Guardiola le urgía más que nunca cambiar el 0-0. Ahí apareció su salvador, Nico O’Reilly, cuyo gol al minuto 84, tras un centro raso de Nunes, fue una obra maestra que podría significar el codiciado pase a la Champions, desatando la alegría en el Etihad como un manantial de esperanza.
Con el Everton buscando el empate a contrarreloj, el City aprovechó el hueco para sentenciar la contienda. Mateo Kovačić, con un disparo cruzado imparable en el descuento, selló una victoria trabajada que permite al City despedirse de Goodison Park con un pie en la próxima Champions y una estrella a la que admirar en O’Reilly.
