Por la parte trasera del estadio José Gomes, en una furgoneta del club local y escoltada por la policía portuguesa, Andoni Zubizarreta tuvo que abandonar apresuradamente el terreno del Estrela Amadora. El Oporto sufrió una derrota por 2-0, mostrando una imagen deslucida y despidiéndose definitivamente de la lucha por el título de la Primeira Liga portuguesa.

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Problemas en Amadora y Oporto
La afición desplazada hasta Amadora, a las afueras de Lisboa, explotó con furia contra los jugadores, la dirección deportiva liderada por Zubizarreta y el presidente André Villas-Boas. Se vivieron momentos de auténtica tensión en los alrededores del José Gomes debido a la escasez de seguridad. La directiva blanquiazul tuvo que atravesar una marea humana de hinchas enfurecidos, que increparon al vasco y al presidente antes de subirse a una furgoneta decorada con los colores del Estrela Amadora, escapando del bullicio.
Una noche agitada
La pesadilla no terminó ahí. En su llegada al Estadio Do Dragao, a eso de las 3 de la mañana, un grupo de ultras aguardaba al autobús de los jugadores. Los futbolistas, Villas-Boas y Zubizarreta fueron blanco de insultos y frases airadas: «Jugad a la pelota» y «Esto no es el Oporto», se escuchó entre la multitud indignada.
Escoltado a casa
El momento más tenso fue para el vicepresidente Joao Begonha Borges, quien precisó ser escoltado por las fuerzas de seguridad hasta su domicilio. «Te crees mejor que los demás. Estáis dormidos», fueron algunas de las amenazantes palabras que le dirigieron.
La jornada fue un verdadero calvario para el Oporto, reflejando el descontento de una afición que vive el fútbol con el corazón en un puño y que, hoy más que nunca, exige la redención en el césped.

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