Eusebio Sacristán, nacido en La Seca, Valladolid, el 13 de abril de 1964, arranca un nuevo capítulo en su carrera al asumir como técnico de la selección de Castilla y León en la Copa de las Regiones de la UEFA. Este regreso tiene un toque especial, pues vuelve al lugar donde se gestó su vocación como entrenador tras una brillante trayectoria, con 543 partidos en Primera División, el quinto en la historia.

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Un Regreso a los Orígenes
De aquel niño de La Seca que pasaba horas chutando al balón contra la pared de la iglesia, Eusebio rememora: «Siempre supe que mi camino era ser futbolista». Sin pertenecer a ningún equipo, a los 15 años fue fichado por el Valladolid tras una prueba en la que apenas necesitó jugar medio tiempo para demostrar su valía.
El Inicio de una Trayectoria Asombrosa
Con apenas 19 años, Eusebio debutó contra el Betis en un emocionante partido que lo enfrentó a su ídolo de la infancia, Cardeñosa, otro vallisoletano. En esa temporada, el Valladolid hizo historia al ganar la Copa de la Liga contra el Atlético de Madrid.
El Salto a la Fama
Posteriormente, fue fichado por el Atlético y, tras una temporada, recibió la llamada de Johan Cruyff del Barça. Allí, Eusebio encontró su lugar ideal bajo un innovador sistema 3-4-3 que maximizó su potencial técnico. «Miraba la pizarra y pensaba: esto me viene genial».
Campeón y Referente
Con Cruyff, conquistó la Recopa, la Copa del Rey y, en 1992, alzó sus brazos al cielo como campeón de Europa. Disfrutó del «jogo bonito» que promovía Cruyff, rodeado de rondos y triángulos que le permitían brillar.

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Una Carrera de Ensueño
Eusebio dedicó 19 temporadas al más alto nivel, jugando hasta los 38 años. Al colgar las botas, transmitió su amor por el fútbol como entrenador, aprendiendo de tácticas, filosóficas y vivencias compartidas con maestros como Rijkaard.
El Desafío del Descenso y el Renacimiento
Tras experiencias en el Celta, Barça B y Girona, Eusebio enfrentó la adversidad con valor, incluso después de un accidente que casi le cuesta la vida. Su espíritu resiliente prevaleció, motivándolo a compartir sus aprendizajes: «No hay que tener miedo. Más que nunca, dediquémonos a disfrutar del fútbol».
Eusebio Sacristán, un verdadero titán del fútbol, continúa escribiendo su historia. Su pasión por el fútbol sigue siendo el motor que lo impulsa a transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones en Castilla y León y más allá. «Volveré a entrenar, lo conseguiré», afirma con la determinación que siempre lo ha caracterizado.
