El Dépor Abanca brilló una vez más en el Teresa Herrera, asegurando su sexto trofeo, el cuarto consecutivo, con un juego sólido y efectivo. Sin necesidad de desplegar su abanico completo de estrategias, el equipo dirigido por Fran Alonso se impuso cómodamente al SC Braga con un 2-0 que dejó a los aficionados disfrutando del espectáculo.
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Dominio desde el arranque
El estratega madrileño optó por una defensa de cinco, con Samara y Monteagudo como los motores en las bandas, mientras Barth, Artero, y Elena formaban el trío central. La joven Redru fue la sorpresa en el mediocampo, donde el objetivo era claro: jugar al fútbol directo y efectivo. Y vaya si surtió efecto. En un abrir y cerrar de ojos, Marisa, la promesa madrileña, ya estaba celebrando su gol tras apenas tres minutos de juego. Un centro perfecto desde la derecha encontró su bota, anticipándose a la arquera rival y despertando la algarabía en Riazor.
Bajando las revoluciones
Con el marcador a favor, el Dépor optó por dejar la velocidad en segunda marcha. El juego se tornó más lento, casi como una tarde de siesta, mientras los coruñeses se enfocaban en la posesión y el corto riesgo desde atrás. Aunque esta apuesta casi les cuesta un susto, el equipo mantuvo el control. Ainhoa Marín se encargó de intentar ponerle marcha al juego, buscando asociaciones con Samara para generar peligro.
Momentos de genialidad
La segunda parte comenzó como un calco de la primera. Samara, incansable en la banda derecha, aprovechó cada oportunidad para desbordar y habilitar a Redru. Con una ejecución que rozó la perfección, la canterana marcó un golazo con un disparo certero a la escuadra derecha, elevando el marcador a 2-0 y desatando una ola de ovaciones.
Cambios y control total
El SC Braga intentó reaccionar, pero sus aproximaciones no hicieron mella en un Dépor que se sentía a sus anchas. Alonso renovó su once con cambios estratégicos, incorporando a varias jugadoras para dar aire fresco al equipo. A pesar de los ajustes, el control blanquiazul siguió siendo absoluto, dominando con un juego que era un verdadero monólogo.
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Conclusión placentera
En los últimos compases, la escuadra coruñesa integró a más talentos del filial, cerrando el partido de manera holgada y satisfactoria para los casi dos mil espectadores. Con Artero como única sobreviviente inicial, el Dépor Abanca supo convertir esta cita en un paseo triunfal. Ahora, con otro test superado, se preparan para encarar la recta final de la pretemporada y el comienzo de su segundo año consecutivo en la Liga F. ¡La Torre de Hércules sigue en casa!
