La defensa del Real Madrid se tambalea: Ancelotti bajo la lupa
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La filosofía de Carletto Ancelotti siempre ha sido que la defensa es un esfuerzo colectivo, pero después del enfrentamiento ante el Rayo Vallecano, quizás esté considerando otro enfoque. Los tres tantos que encajaron los blancos no fueron meramente fruto de una actuación conjunta. Más bien, se debieron a errores defensivos individuales, como agujeros en un queso suizo. Los vallecanos campaban a sus anchas por el área madridista, generando múltiples ocasiones que, de haberlas aprovechado, habrían supuesto un cataclismo mayor para los de Chamartín.
Un Courtois alejado del Olimpo
La línea defensiva dejó mucho que desear, y no solo ellos; Thibaut Courtois tampoco brilló como suele. Su actuación fue opaca, le faltaron esas intervenciones milagrosas que sus compañeros y la afición esperan. El portero belga, habitualmente un titán, se mostró más bien humano y falible, transmitiendo una inseguridad atípica que contagió a todo el equipo.
Errores fatales y un marcador que duele
Los goles del Rayo fueron una lección de cómo no defender.
- El 1-0 cayó tras una jugada de De Frutos que dejó a Fran García patinando. Un centro al segundo palo que descolocó a la zaga permitiendo a Unai López cabecear a placer.
- El 2-0 llegó tras un córner generado por un descuido de Fran García, que Mumin convirtió en gol. Rüdiger perdió la marca con una facilidad pasmosa, dejando a Lucas Vázquez impotente ante el remate.
- Finalmente, el 3-3, un centro de Lejeune que salió libre de vigilancia por la izquierda, encontró a Isi desmarcado. Courtois, estático como un cuadro en un museo, fue incapaz de reaccionar, y Rüdiger tampoco logró cortar el paso cuando Isi se le coló.
Excusas y decisiones cuestionables
Ancelotti se lamentó de las notables bajas al término del encuentro: “Comenzamos sin muchos titulares, sin siete. Los demás han competido admirablemente”, comentó. Sin embargo, no se explicó por qué optó por sentar al canterano Asencio, un especialista, para colocar en su lugar a Tchouameni como recurso de urgencia. Un movimiento que, como pez fuera del agua, dejó más preguntas que respuestas.
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El Madrid tendrá que revisar sus estrategias para evitar que se repita este escenario y devolver a la defensa esa solidez que les caracteriza. Por ahora, la fécula del equipo blanco parece estar esparcida por el viento, y solo Ancelotti tiene la receta para reunir los ingredientes y recuperar el equilibrio perdido.