¡Un triunfo inesperado y controvertido de Brasil en el Sudamericano Sub-20!
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Brasil rompió todas las quinielas al coronarse campeón del Sudamericano Sub-20 en Venezuela, pese a haber comenzado el torneo con el mayor batacazo de su historia. En su debut, la Canarinha sufrió la mayor derrota jamás vista en un superclásico contra Argentina, cayendo estrepitosamente por 0-6. Sin embargo, como el fénix que renace de sus cenizas, cuatro semanas después, el equipo se alza con el título continental sin haber perdido un solo partido en el hexagonal final.
Ramón Menezes: Bajo presión y contra viento y marea
El técnico Ramón Menezes, denostado tras no lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024, ha sabido revertir su destino. Con su segundo título sub-20 consecutivo, Menezes parece haber calmado las aguas revueltas en torno a la Seleçao. Su capacidad para rehacer un equipo herido tras aquella amargura olímpica sorprende incluso a los más fieles seguidores de la Canarinha.
La estrategia del contragolpe: un arte pragmático
Después del primer revés, Brasil unió filas y apostó por una táctica poco usual para un equipo de su estilo: renunciar al balón. La Seleçao optó por cerrarse y buscar explotar los contragolpes gracias a la velocidad vertiginosa de jugadores como Rayan, un extremo del Vasco da Gama que ya había captado el interés del Barça, así como Wesley y Pedro. Brasil, en este torneo, se convirtió en un afilado cuchillo al que no le importa sacrificar la posesión -tan solo un 46%-, pero efectividad pura al fin y al cabo.
El hexagonal final: Donde cayó el telón
En la fase decisiva, Brasil solo dominó la posesión contra Chile, un equipo sin nada en juego, y certificó su victoria con un contundente 3-0. La fortuna también sonrió a la Canarinha gracias a la sorprendente derrota de Argentina a manos de Paraguay por 2-3. La Albiceleste había llegado con fulgor, pero terminó viéndose atrapada en su propia red de expectativas.
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Argentina: Un gigante atrapado en la red
Dirigida por Diego Placente, Argentina se presentó como favorita gracias a su atractivo juego y a talentos como Echeverri, el «Diablito» que ha vuelto locos a todos con sus seis goles y tres asistencias. Sin embargo, la alegría de la Albiceleste se quedó sin gasolina, especialmente después de no poder superar a un Brasil que, contra todo pronóstico, supo capear el temporal con un empate (1-1) en la fase final.
En este cierre de campeonato, el título no puede ocultar el bajísimo nivel futbolístico de una Seleçao que, aunque contaba con nombres prometedores como Gabriel Moscardo, no tuvo a sus mayores estrellas como Endrick o Vitor Roque. Brasil, logrando lo imposible, se coronó en un torneo donde los pronósticos y la lógica quedaron en segundo plano, recordándonos que en el fútbol, como en la vida, no hay nada escrito.
