Decepción en las filas del Manchester City tras perder la final de la FA Cup contra el Crystal Palace por 1-0. El solitario gol de Eberechi Eze fue suficiente para ‘The Eagles’, dejando a los ‘skyblue’ sin títulos en la Liga, Copa ni Champions. A pesar de tener las mejores ocasiones, el cuadro de Guardiola no logró concretar.

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Dominio Cityzen en Wembley
El ambiente en Wembley era digno de una batalla épica, con las gradas rebosantes. Desde los primeros compases, el City mostró sus cartas, controlando el balón con maestría. Era como ver a un prestidigitador manejando las cuerdas del destino, llegando con facilidad al área rival. A los seis minutos, Haaland probó a Henderson con un remate acrobático, y poco después, Gvardiol también lo intentó con un cabezazo, pero el guardameta de ‘The Eagles’ se mostró imbatible. El City dominaba, pero el fútbol, caprichoso, tenía otros planes.
La eficacia de un héroe llamado Eze
El Palace aprovechó su primera oportunidad. Daniel Muñoz, como un vendaval por la banda derecha, lanzó un centro que Eze convirtió con precisión quirúrgica en el único gol del partido. Fue un golpe maestro de eficacia para el equipo de Glasner.
El VAR y la Montaña Rusa de Emociones
El VAR añadió tensión al revisar una posible mano de Henderson fuera del área, pero lo declaró legal. Sin embargo, cuando el City se vio beneficiado por un dudoso penalti, Omar Marmoush falló desde los once metros tras una parada espectacular de Henderson, dejando al City con la miel en los labios.
Resistencia del Palace y Desesperación del City
Tras el descanso, el City volvió a la carga en busca del empate, saturando el área rival con ataques, pero la precisión les abandonó. Mientras tanto, el Crystal Palace se mantuvo sólido, amenazando peligrosamente al contragolpe. Un gol de Muñoz fue anulado por fuera de juego, salvando al City de lo que habría sido un golpe demoledor.

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Pep Guardiola, en un intento por revitalizar su equipo, dio entrada a Foden y Echeverri, pero la muralla de Henderson seguía infranqueable. A pesar de los intentos y la pasión desbordante de los ‘cityzens’, el título de la FA Cup terminó en manos del Crystal Palace, dejando al Manchester City con un sabor amargo y una temporada para el olvido.
