El Balón de Oro está en boca de todos. Tras el emocionante triunfo de España sobre Francia, con Lamine Yamal brillando en el campo y una actuación más discreta de Ousmane Dembélé, el debate está más caliente que el asfalto en pleno agosto.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Ronaldo Agita el Avispero
Entre los que se han mojado en esta discusión, destaca Cristiano Ronaldo. El astro portugués se verá las caras con el joven talento del Barça en la final de la Nations League entre España y Portugal, un choque que podría ser crucial para las votaciones del prestigioso galardón.
Ronaldo, siempre directo como un tiro libre bien cobrado, manifestó: “Los premios individuales han perdido consenso. En mi opinión, quienes destacan y ganan la Champions League deberían triunfar. Pero esto es como una gota de agua en el mar. No creo mucho en los premios, ya que sé lo que ocurre tras las cortinas. Lamine podría ganar, al igual que Dembélé o Vitinha, pero los premios son irrelevantes.”
Ribery al Contraataque
Estas declaraciones no han caído bien a Frank Ribery, quien respondió irónicamente desde sus redes sociales. «¿Entonces necesitas ganar la Champions League para ganar el Balón de Oro?» escribió, adornando el mensaje con risas virtuales.
Memorias de 2013
La respuesta de Ribery tiene raíces profundas. En 2013, cuando Cristiano Ronaldo se llevó el Balón de Oro, superando a Messi y al propio Ribery, quien ese año había ganado el triplete con el Bayern Múnich. Toda una gesta digna de epopeya.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Aquella decisión fue como un terremoto en el mundo futbolístico, dejando a Ribery con la sensación de haberse quedado en el olvido tras un año estelar, clave en los títulos del Bayern. «Para mí fue como un robo», llegó a expresar el francés en una entrevista. Y es que en su país no todos apostaron por él, algo que sigue escociendo como sal en la herida.
Así, el Balón de Oro se vuelve una vez más el centro de todas las miradas, con voces y recuerdos que resuenan como un eco en los estadios europeos.
