El Real Madrid debutó en la Champions League con una victoria que sabe agridulce. Pese al triunfo, los merengues no estuvieron a la altura de sus expectativas. Los blancos lograron adelantarse en el marcador con un gol relámpago de Mbappé a los ¡21 segundos! de la segunda mitad, tras una carrera meteórica y un servicio exquisito de Rodrygo para marcar su primer tanto en competición europea en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, Undav empató el encuentro en el minuto 67, haciendo justicia a la superioridad del Stuttgart durante gran parte del partido. Un cabezazo contundente de Rüdiger en el minuto 82 volvió a poner a los locales por delante, y casi al final, Endrick selló el 3-1 definitivo. Esta victoria, no obstante, no logró esconder la evidente superioridad del conjunto alemán en numerosos tramos del encuentro.
Un Stuttgart intratable
El sorprendente conjunto alemán dominó desde el primer pitido y obligó a Courtois a realizar tres paradas sobresalientes en los primeros quince minutos. Enzo Millot falló un mano a mano en el minuto 7 que pudo cambiar el devenir del partido. La zaga madridista, lejos de su mejor versión, mostró una preocupante fragilidad defensiva, muy distante de la solidez característica de la era Ancelotti.
Tormenta de oportunidades
El vendaval de ocasiones del Stuttgart comenzó en el minuto 2. Un enorme agujero en la zaga madridista permitió a Millot colarse por la derecha y obligar a Courtois a despejar con el antebrazo. Minutos después, el propio Millot desaprovechó un disparo franco ante el portero en el 7′, tras una pérdida comprometida de Valverde en la salida de balón. En el minuto 12, una parábola preciosa con rosca del centrocampista francés fue desviada a córner por el meta belga. Millot, junto a un hábil Undav, monopolizó los ataques alemanes.
Exhibición de Courtois
El guardameta belga redondeó su actuación con una parada sensacional en el minuto 16, al detener un disparo a quemarropa de Stiller, deseado por el Barça en verano. El subcampeón de la Bundesliga, con apenas tres toques, plantó a su pivote cara a cara con Courtois. En el minuto 28, Undav envió una pelota al larguero después de un error de Mendy y un contragolpe espectacular. Carvajal metió el cuerpo en el último momento para desviar el disparo y que pegase en la madera.
Ancelotti, visiblemente molesto
La falta de contundencia y orden enfadó visiblemente a Ancelotti, quien no dejó de gesticular desde la banda, pidiendo más atención táctica a sus jugadores. La posesión en los primeros 10 minutos llegó a ser del 80% para los germanos, bajando hasta el 70% al filo de la media hora y quedándose en un 54% al descanso. En ese intervalo de tiempo, los locales habían dado 125 pases mientras que su contrincante había realizado 217. En el segundo tiempo, Courtois volvió a hacer gala de su talento evitando el empate de Leweling en el minuto 59, con un disparo violento desde fuera del área.
Dificultades defensivas
El técnico italiano se vio obligado a improvisar en la defensa debido a las bajas. Dio descanso de inicio a Militao, quien acabó con molestias en la rodilla en San Sebastián, y ubicó a Carvajal como central junto a Rüdiger. Lucas Vázquez, que fue amonestado en el minuto 23, entró de inicio como lateral derecho. En el intermedio, cedió su puesto a Militao y Carvajal regresó a su posición habitual.
Esta victoria del Real Madrid en la Champions ha dejado más preguntas que respuestas. Aunque el marcador refleje un 3-1, la actuación del Stuttgart en muchos tramos del partido siembra dudas sobre la fortaleza defensiva del equipo de Ancelotti y plantea la urgente necesidad de ajustes y mejoras para futuros enfrentamientos.