David Soria, el guardián del arco del Getafe, no ocultó su descontento tras una derrota que dejó un sabor amargo en la boca del equipo azulón. En un ajustado 1-2 frente al Betis durante la jornada 24, las emociones estaban al rojo vivo, y Soria no dudó en lanzar una crítica directa hacia el entrenador verdiblanco, Manuel Pellegrini. «Hipócrita» fue el calificativo dedicado al chileno, a quien acusó de practicar un estilo de juego que él mismo suele condenar cuando es el Getafe quien lo despliega en el campo de batalla.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Un Partido de Tiempo Perdido y Cartulinas Rojas
El choque estuvo marcado por la polémica pérdida de tiempo del Betis, que navegó por aguas turbulentas con dos expulsiones en el tiempo añadido: la de Antony, dejando a su equipo cojo para el encuentro venidero contra el Real Madrid, y la de Domingos Duarte. Soria, visiblemente frustrado, expresó su descontento al término del encuentro: «No supimos entrar en su juego desde el pitido inicial. El primer gol fue una daga en la espalda, y el penalti, un clavo en el ataúd», confesó con firmeza.
El Golpe Duro del Primer Gol
En una reflexión honesta, Soria reconoció que el Betis supo lanzar a sus piezas al ataque de manera brillante, mientras que el Getafe se mostró desconectado, con líneas largas y frágiles como castillos de naipes. «Nos pudieron la cabeza y los ánimos», comentó, al tiempo que atribuyó al penalti la ruptura definitiva del partido. A pesar del esfuerzo titánico por remontar, las oportunidades se escapaban como agua entre los dedos.
Un Camino de Humildad y Trabajo
«Inmersos en una senda de trabajo y humildad», como si de navegantes perdidos guiándose por las estrellas se tratara, el Getafe se encuentra ante un desafío crucial. Con la derrota, su invicto en la competición doméstica se ha roto, sumando cuatro victorias, dos empates y la reciente caída ante los verdiblancos. Ahora, los ojos del Getafe se fijan en el siguiente enfrentamiento, el derbi contra el Leganés, que llega con la carga emocional de una lucha por entrar a Europa y evitar el descenso, una auténtica montaña rusa de emociones para ambas aficiones.
El balón sigue rodando, y con él, las esperanzas de un equipo que no se rinde, que levanta la cabeza, sabe que el fútbol es un juego de resistencia, y que cada partido es una nueva oportunidad para escribir su historia.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
