El técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone, enfatiza que “la temporada no ha terminado” tras el empate sin goles ante el Alavés, destacando el entusiasmo por competir en el Mundial de Clubes.
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Un Primer Tiempo Plano
En rueda de prensa, Simeone admitió que el enfrentamiento inició con una primera mitad “plana”, sin lograr superioridad en el juego asociativo ni generar situaciones de gol. Ambos equipos parecían piezas de un ajedrez detenido, buscando la forma de romper el esquema rival sin éxito.
Un Segundo Tiempo de Transformación
Simeone destacó que en la segunda mitad, el equipo fue de menos a más. Desde el minuto 20, mostraron más valentía, lanzando centros al área y combinando a mayor velocidad. Como un huracán que empieza tímido y gana fuerza, el Atlético buscó desbordar a la defensa del Alavés, creando más ocasiones cuando el cansancio hacía mella en el campo.
Puntos Perdidos contra Rivales en la Zona Baja
Respecto a los tropiezos ante equipos de la parte baja de la tabla, Simeone recordó que situaciones similares ocurrieron incluso en la temporada en que se proclamaron campeones. “Es parte del juego”, afirmó con un toque de resignación aceptada. “Jugar contra el último no garantiza la victoria”, subrayó, señalando la necesidad de contundencia.
Segundas Partes: No Siempre Mejores
Simeone rechazó la idea de que sus jugadores solo ofrezcan mejores actuaciones en los segundos tiempos, poniendo el ejemplo del duelo contra Las Palmas. Explicó que cada partido tiene sus fases y que la tensión y el ritmo contribuyen a que frecuentemente las segundas mitades sean más emocionantes.
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El VAR y la Correcta Decisión
Finalmente, el técnico argentino aseguró no tener dudas sobre la corrección de la tarjeta roja a Julián Álvarez por el VAR, comentando que fue una “situación muy clara”. Como un juez en la cancha, el VAR aportó justicia en un momento clave del partido.
Este relato deja claro que Simeone y sus hombres continúan batallando en cada jornada, con los ojos puestos en el horizonte del Mundial de Clubes, buscando esa chispa que haga brillar al equipo en lo que resta de temporada.
