En una noche vibrante en el estadio de Balaídos, el Espanyol consolidó su buen momento al derrotar al Celta de Vigo por 0-2 con un doblete de Roberto Fernández, el héroe del encuentro. Este crucial triunfo acerca al conjunto perico a la ansiada permanencia en la primera división, mostrando una sólida defensa y una eficacia demoledora en el ataque.

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Inicio con personalidad
Llegando con la moral alta tras la goleada al Rayo Vallecano, el Espanyol pisó el césped gallego con el pecho inflado, desplegando un fútbol lleno de personalidad. Desde el pitido inicial, los blanquiazules, con el mismo once titular que triunfó en Vallecas, tomaron las riendas del partido como un toro bravo en la plaza, sorprendiendo a un Celta que tardó en entrar en calor.
Poco a poco, los celestes comenzaron a encontrar su ritmo, liderados por un activo Alfon, que llevó al equipo vigués a coquetear con las cercanías del área perica, aunque sin generar auténtico peligro.
El momento mágico de Puado
A medida que se acercaba el ecuador del primer tiempo, el encuentro se había convertido en una lucha de titanes, con errores en la salida de balón a la orden del día. Sin embargo, ahí fue cuando Javi Puado sacó un conejo de la chistera con una asistencia de ensueño para Roberto Fernández. Con la precisión de un reloj suizo, Fernández superó al guardameta Vicente Guaita con un toque maestro, poniendo el 0-1 en el marcador.
Espoleados por el gol, los pericos casi amplían su ventaja con oportunidades claras de Edu Expósito y Leandro Cabrera, pero el destino decidió que el score se mantuviera intacto antes del descanso.

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El segundo embate de Roberto
En la segunda mitad, con Alex Král reemplazando al amonestado Pol Lozano, el Espanyol volvió a tomar el control del centro del campo. Aun así, el Celta estuvo a punto de cambiar el guion por medio de su capitán eterno, Iago Aspas, cuyo disparo puso a prueba los reflejos milagrosos de Joan García.
Cuando el partido parecía un campo de batalla sin dueño, Roberto Fernández volvió a encontrar oro. Su esfuerzo y garra le llevaron a vencer a Carlos Domínguez y a mandar la bola al fondo de la red, firmando su espectacular doblete que selló el 0-2.
Resistencia hasta el final
Desesperado y con la épica como única aliada, el Celta de Vigo lanzó todo lo que tenía en su arsenal buscando un gol que nunca llegó. Por su parte, el Espanyol activó su modo resistencia, rechazando cada intento del rival con la determinación de un guerrero en su última batalla. La única mancha en su noche fue la amarilla a Puado, quien se perderá el próximo duelo contra el Getafe.
Finalmente, con tres puntos de oro en el bolsillo, el Espanyol mantiene vivo el sueño de la salvación, dejando al Celta buscando preguntas para su futura permanencia.
