La Copa del Rey se decide en un clásico electrizante
La tarde del sábado 26 de abril del 2025, el escenario del estadio La Cartuja en Sevilla se convirtió en el epicentro del fútbol español, al albergar la final de la Copa del Rey entre dos titanes: el Real Madrid y el Club de Fútbol Barcelona. Un clásico que prometía emociones y que, efectivamente, no decepcionó.
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Una atmósfera de tensión enrarecida por las recientes polémicas marcó el ambiente previo al encuentro. El conjunto merengue había expresado su malestar con el arbitraje, incluso amenazando con no presentarse a la final. Sin embargo, todo se solventó y las gradas se llenaron para presenciar un espectáculo que se recordará durante años.
Un inicio fulgurante y un segundo tiempo de infarto
El partido comenzó con un fuerte golpe para los aficionados del Real Madrid; el conjunto catalán tomó la delantera gracias a un magistral gol de Pedri al minuto veintiocho de la primera mitad. En ese momento, la afición madridista contenía el aliento, preguntándose cómo su equipo respondería a este desafío.
Pero los merengues no se dieron por vencidos. En el segundo tiempo, con la determinación ardiente de recuperar la esperanza, el Real Madrid logró igualar el marcador. En el minuto setenta, Kylian Mbappé, quien había comenzado el encuentro desde el banquillo, entró en acción con un tiro libre espectacular que se convirtió en el gol del empate. Un momento que hizo vibrar a todos los presentes.
KYLIAN MBAPPE WHAT A FREEKICK! 🤯 pic.twitter.com/laWW6Yqwd0
— TC (@totalcristiano) April 26, 2025
El drama se intensifica en el tramo final
La fiesta parecía ser completamente merengue cuando, al minuto setenta y siete, Aurélien Tchouaméni logró marcar el 2-1 en favor del Real Madrid. Pero el barcelonista Ferran Torres, con un acierto digna de los más grandes, desnudó la zaga defensiva del Madrid y dejando tendido a Courtois, empató de nuevo el encuentro a dos.
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En el último suspiro de la contienda, el árbitro señalaba un penal a favor de los catalanes. Sin embargo, tras la revisión en el VAR, se desvaneció esa esperanza merengue y el encuentro se encaminó a la prórroga, buscando al campeón.
La gloria del Barcelona en el filo del cuchillo
Al minuto 115 del partido, el defensor Koundé tomó la responsabilidad y lanzó un impresionante disparo desde larga distancia que encontró el fondo de las redes, dejando a todos los aficionados del Barcelona celebrando eufóricamente con un 3-2 que parecía poner fin al duelo.
Kounde wtf 😭😭😭😭 pic.twitter.com/dxOx4LT4Uq
— Anabella💙❤️ (@AnabellaMarvy) April 26, 2025
Momentos de tensión y una gran lección deportiva
Minutos después del gol de Koundé, una jugada crucial se desarrolló: Kylian Mbappé fue derribado en el área y el árbitro volvió a llevarse el silbato a la boca, sólo para anular la jugada por fuera de juego, lo que prácticamente cerró las puertas al Real Madrid.
El partido culminó con un ambiente tenso; Rudiger y Lucas Vázquez fueron expulsados tras un intercambio de palabras con el árbitro, mientras el silbato final sellaba el destino de ambos equipos.
¡¡¡RÜDIGER SE VUELVE LOCO!!!
El defensa debe ser parado por todo el cuerpo técnico madridista porque se encaraba con los árbitros al final del encuentro contra el Barcelona pic.twitter.com/BVGwqALx3j
— MARCA (@marca) April 26, 2025
Un gesto final y la mirada hacia el futuro
A pesar de la tensión y el drama, el Barcelona hizo un gesto de grandeza y respeto al hacer un pasillo al Real Madrid, que se marcha como subcampeón de la Copa del Rey. Para los catalanes, este triunfo no sólo representa su primer título del año, sino que también les coloca como líderes de La Liga y finalistas de la UEFA Champions League. Un triplete que sueñan al horizonte, aunque aún queda un largo camino por recorrer.
👏👏👏 Precioso gesto del Barça haciendo el pasillo al Real Madrid como subcampeón de la #CopaDelRey
¡Esto es el fútbol! pic.twitter.com/184cvfQsJe
— MARCA (@marca) April 26, 2025
Un partido que quedará grabado en la memoria de todos los aficionados, tanto por su emotividad como por la pasión que ambos equipos pusieron en el césped. La historia de este clásico continúa y se escribe cada vez que estos gigantes se enfrentan, recordándonos la verdadera esencia del fútbol español.
