La temporada se acerca a su clímax. Con solo tres jornadas por disputar, el Barça tiene este domingo en Montjuïc la oportunidad de prácticamente sentenciar la Liga. Los pupilos de Hansi Flick llegan con una ventaja de cuatro puntos sobre el Real Madrid. Una victoria en el clásico de esta tarde aumentaría la distancia a siete puntos, lo que dejaría a los blancos con pocas esperanzas y tan solo nueve puntos en juego.
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Concentración Total
Como bien señaló el entrenador alemán en rueda de prensa, su equipo saldrá al campo con la intención de ganar, como es costumbre, sin prestar atención a la clasificación, ya que un empate también sería un resultado positivo, manteniendo los cuatro puntos de ventaja. El Barça buscará coronarse en el cuarto clásico de la temporada tras sus victorias anteriores este año: una contundente goleada en el Santiago Bernabéu (0-4), un triunfo decisivo en la final de la Supercopa de España (5-2) y un sufrimiento evidente en la final de la Copa del Rey (3-2), donde los blancos casi remontan. La fe y la ambición de los hombres de Flick han sido la chispa que ha encendido la llama del éxito azulgrana.
Superar los Obstáculos
Para sacar adelante el desafío y acercarse al título, los de Flick deberán sobreponerse a un par de obstáculos. Primero, el golpe emocional: vienen de una dolorosa eliminación europea a manos del Inter. Después de una segunda mitad memorable en San Siro, los azulgranas vieron cómo el empate en tiempo añadido los llevaba a una prórroga cruel que los dejó fuera de una final de Champions que tocaban con los dedos.
El Desafío del Cansancio
Otro reto es el desgaste físico. Con el cansancio acumulado tras una extenuante prórroga contra el Inter, se está luchando para que los jugadores recuperen energía. Por suerte, el cuerpo técnico ha cuidado con mimo a los más castigados durante la semana, y la esperanza es que puedan llegar frescos al partido.
Por fortuna, Flick contará con los regresos clave de Marc Casadó y Alejandro Balde. Aunque Casadó verá el inicio desde el banquillo, Balde también empezará como suplente, al igual que Robert Lewandowski. Flick ya ha dejado entrever que probablemente repetirá el once que luchó en San Siro, con unas ganas inmensas de sacudirse la amargura europea con un contundente golpe de autoridad en la Liga.
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Con la pasión del fútbol al rojo vivo, este clásico no solo promete ser un partido, sino un fijo punto de inflexión en la temporada. Como dicen en tierras españolas, ¡el Barça va a por todas y la afición está lista para celebrar!
