El verano comenzó con grandes ilusiones para el Athletic Club de Bilbao tras la renovación de Nico Williams hasta 2035. Pese al interés del FC Barcelona, el extremo español eligió su corazón y decidió continuar en la casa bilbaína. «Cuando hay que tomar decisiones, lo que más pesa es el corazón. Estoy donde quiero estar, con los míos», afirmó con convicción el menor de los Williams.
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Un Verano Convulso
Sin embargo, el ambiente estival se enrareció. Primero, Yeray Álvarez fue suspendido provisionalmente tras un positivo en un control rutinario de la UEFA tras las semifinales de la Europa League frente al Manchester United. Un golpe bajo para los ‘leones’, que veían cómo su plantilla sufría un revés inesperado.
Sanciones y Multas
Las malas noticias continuaron con una serie de multas económicas impuestas por el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA. Además, una sanción de 9.000€ llegó de manos del Comité de Disciplina de la RFEF por los cánticos ofensivos escuchados en el encuentro de Liga ante el Barcelona.
Temporada de Contratiempos
En el terreno deportivo, las cosas tampoco van viento en popa. Tras vencer ajustadamente a la Ponferradina en el arranque de la pretemporada, el equipo entrenado por Ernesto Valverde ha ido hilvanando derrota tras derrota, culminando en un doloroso varapalo ante el Arsenal. Los chicos de Mikel Arteta dominaron por completo, con Gyökeres anotando su primer gol para los ‘gunners’ y Saka prácticamente sentenciando antes del descanso. Havertz puso la guinda al pastel, hundiendo las esperanzas bilbaínas.
Un Camino Cuesta Arriba
A pesar de ser partidos de preparación, el Athletic Club no está mostrando su mejor cara, con seis derrotas en siete partidos. Y, por si fuera poco, Nico Williams, aquejado por problemas físicos y actuaciones pobres, no logra ser ese jugón que la afición rojiblanca anhela.
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Con desafíos en el horizonte y la Champions League en el punto de mira, el camino para los ‘leones’ parece un sinuoso sendero que deberán recorrer con tesón y espíritu de lucha.
