Ángel Di María regresó al fútbol argentino tras 18 años, protagonizando el empate 1-1 entre Rosario Central y Godoy Cruz en la primera jornada del Torneo Clausura. En una actuación cargada de emoción, el astro jugó 88 minutos, marcando de penalti en el 78 para abrir el marcador.

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Un Regreso de Ensueño
El «Fideo», luciendo la camiseta de los «Canallas», fue recibido con un homenaje emotivo en el Estadio ‘Gigante de Arroyito’. Hubo fuegos artificiales, vídeos conmovedores y una entrada al campo acompañado por sus hijas Mía y Pía, haciendo que las emociones brotaran como un manantial.
Acción en el Campo
Di María, en su hábitat natural, demostró ser un torbellino en el césped. Pocos días después de enfrentar al Chelsea en el Mundial de Clubes, el campeón del mundo brilló con su característico estilo. El gol desde el punto de penalti, provocado por una infracción a su compañero Alejo Véliz, fue celebrado con su clásico corazón y camiseta al viento. Sin embargo, este gesto apasionado le costó una tarjeta amarilla del árbitro Pablo Dóvalo.
Un Desenlace Doloroso
El destino le jugaría una mala pasada a Di María. Un pisotón involuntario del uruguayo Vicente Poggi en los minutos finales lo llevó a retirarse lesionado del terreno de juego, con visible dolor y lágrimas en su rostro. No obstante, el propio Di María llevó tranquilidad a los hinchas tras el partido: «Fue solo un pisotón en el hueso, pero estoy tranquilo. Hicimos un buen partido. El fútbol argentino es duro, pero queríamos alegrar a nuestra gente. Lamentablemente, no se pudo dar”.
En los agónicos instantes finales, Godoy Cruz igualó gracias a Poggi, dejando un resultado agridulce para un retorno que prometió ser legendario. Sin duda, esta jornada se recordará como el día en que el amor de Di María por Rosario Central volvió a brillar bajo los focos del fútbol argentino.

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