El viento sopla a favor del Real Madrid, pero Carlo Ancelotti sabe que el viaje a la cima exige mantener los pies en la tierra. Antes de cruzar espadas con el temido Arsenal, los merengues tienen una cita crucial contra el Alavés, un rival que lucha con uñas y dientes para sobrevivir en la competición. El coliseo madridista es testigo de la vuelta del maestro italiano, quien busca recuperar la sinfonía perfecta que hizo temblar a Europa.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Recuperar la magia en casa
Como un prestidigitador que se prepara antes del gran truco, el Real Madrid necesita recuperar las sensaciones que hacen de su juego un verdadero espectáculo. La cita contra el Alavés representa más que tres simples puntos; es una oportunidad para afinar detalles, ajustar estrategias y retomar la confianza perdida como quien encuentra un trébol de cuatro hojas en el campo de batalla.
- Encender la chispa: Ancelotti tiene claro que su equipo debe salir a por todas desde el pitido inicial. Quiere que las botas de sus jugadores den chispas, que los pases sean como poemas y los goles se escriban con letras de oro.
- Corregir el rumbo: El equipo necesita dejar atrás cualquier atisbo de inseguridad. La defensa, en particular, ha de convertirse en una muralla impenetrable y el ataque en un torbellino imparable.
El arsenal que espera
Como un tren de alta velocidad que no se detiene, el Arsenal se aproxima en el horizonte de los blancos. Pero primero, el Alavés. No hay que poner la carreta delante de los bueyes; el foco absoluto está en resolver el reto inmediato. No obstante, en las oficinas del Bernabéu, la preparación para el choque con los ingleses ya es un secreto a voces, un susurro que se cuela por cada rincón.
- Conexión mágica: Benzema y Vinicius son la dupla soñada, ese dúo temido que puede desequilibrar cualquier defensa.
- La brújula del medio campo: Modric y Kroos, arquitectos de la creación, deben ser quienes marquen el compás de la orquesta blanca.
El partido contra el Alavés no es solo un trámite; es el boceto que Ancelotti espera convertir en obra maestra. La afición merengue, como siempre, tiene el corazón dividido entre la inquietud y la esperanza, pero al sonar el silbato final, esperan salir con un último grito de júbilo resonando en sus gargantas.
