Daley Blind llegó al Girona no para colgar las botas, sino para ser el faro y la brújula de una defensa que haría historia al clasificarse para la Champions League. A sus 35 años, el defensa neerlandés refleja la pasión por el deporte que aún habita en su corazón, decidido a brillar en la élite y convertirse en una piedra angular del equipo de Míchel.
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Futuro incierto
Con un contrato inicialmente firmado hasta 2025, Blind demostró su compromiso renovando hasta 2026. Sin embargo, a medida que avanza la temporada 2024/25 y con marzo como marcador en el calendario, comienza a plantearse su regreso a sus raíces, al Ajax, el club que moldeó su carrera.
El legado de dos etapas
En el Ajax, Blind ha sido más que un jugador; ha sido un líder en dos ocasiones distintas, de 2009 a 2014 y luego tras su paso por Old Trafford, de 2018 a 2023. Su breve experiencia en el Bayern de Múnich le trajo de vuelta al Girona, donde su influencia ha sido notable.
El papel de Danny Blind
El regreso a casa podría estar cargado de simbolismo, como un círculo que se cierra. Con la temporada recién concluida, ‘De Telegraaf’ apunta a que su padre, Danny Blind, figura clave en el consejo del Ajax, podría ser el artífice de este movimiento. Tras sortear una campaña con luces y sombras, el deseo de Blind de volver a Ámsterdam cobra más fuerza que nunca.
La economía también juega un papel crucial. Si bien Quique Cárcel ha afirmado que el Girona no regalará a sus jugadores, el Ajax contemplaría ficharle sin pagar traspaso, esperando que su contrato hasta 2026 se reestructure dada su edad y deseos personales.
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Blind, cual viejo roble firme y resistente, afronta una decisión que podría cerrar con broche de oro su carrera. Y mientras el balón sigue rodando, la expectativa y el drama no hacen más que aumentar.
