En un giro digno de una trama cinematográfica, dos fieles aficionados del Valencia CF han visto su luna de miel en Singapur y Bali convertirse en una experiencia surrealista. Durante su estancia en Singapur, estos seguidores decidieron expresar su descontento hacia Peter Lim, máximo accionista del club, desplegando pancartas con el mensaje «Lim Go Home» y colocando una pegatina con el mismo lema en su buzón. Tal manifiesto de pasión les costó caras consecuencias: fueron detenidos cuando se disponían a volar hacia Bali, bloqueando así su estadía en el país asiático.
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Retenidos en un laberinto burocrático
Una pegatina que desencadena un laberinto de emociones. La pareja está retenida en Singapur, no en su hotel sino en el país en sí, después de que se les retirase el pasaporte. Las autoridades locales argumentan que hay en marcha una investigación policial cuya naturaleza aún no está clara, ya que los hechos no tipifican ningún delito por el momento. Según la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, no hay acusaciones concretas, y la pareja sigue llevando una vida normal dentro de Singapur.
El llamado de la diplomacia
Las autoridades valencianas han mostrado su apoyo inquebrantable desde el principio. La alcaldesa Catalá aseguró que el diálogo respetuoso, pero firme con la embajada singapurense es crucial para el retorno seguro de los aficionados. Funcionarios consulares españoles, incluyendo al cónsul, que curiosamente es valenciano, están proporcionando el respaldo necesario a esta sorprendente situación, trabajando codo a codo con el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El club bajo la lupa de la afición
El Valencia CF emitió un comunicado, casi como un pase inesperado en un partido crucial, en el que manifestaba su deseo de que la situación se resuelva rápidamente y de manera favorable. Una ironía que no pasa desapercibida, considerando que el mismo Peter Lim, blanco de la protesta, es el centro de la controversia.
El gobierno, un salvavidas en juego
Desde la delegación del gobierno en Valencia, Pilar Bernabé asegura que el apoyo a los aficionados ha sido constante. Aunque el ambiente político entre Singapur y España es diferente, la prioridad es clara: recuperar los pasaportes y evitar un evento desafortunado que pueda escalar en un «juego de egos». Emoción, pasión y una defensa a lo «último minuto», definen el esfuerzo diplomático por traer a casa a estos defensores de los colores che y su escudo.
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Recordemos que este es solo un capítulo más en la turbulenta historia entre el Valencia CF y su afición, que late con el ímpetu de su apasionada hinchada. ¡Y qué fuerza la suya!
