El pasado domingo 14 de julio, el Hard Rock Stadium de Miami vibró con la final de la Copa América, donde la Selección Colombia se enfrentó a Argentina. Un encuentro que culminó en desilusión para la Tricolor, dirigida por Néstor Lorenzo, que sucumbió ante el aguijón del gol de la victoria argentina anotado al minuto 112 del segundo tiempo extra. ¡Era historia en desarrollo y no terminó como esperábamos!
Desconsuelo en Bogotá
La derrota cayó como un baldado de agua fría para las más de 100 mil almas que se congregaron en los diferentes puntos de Bogotá autorizados por la Alcaldía para ver el partido. Sin embargo, el desconsuelo por la pérdida del preciado trofeo no fue el único infortunio de la noche. Los bogotanos vivieron una odisea para regresar a sus hogares, un verdadero calvario que puso a prueba su paciencia.
Una noche de eventos desafortunados
La derrota no fue el único desencanto. La postergación del partido hasta las 8:15 de la noche, el alargue del descanso por el show de medio tiempo de Shakira y el tiempo extra por el empate en los 90 minutos reglamentarios, provocaron que todo finalizara alrededor de las 11 de la noche, momento en el cual la ciudad experimentó una verdadera pesadilla logística. La escasez de transporte público se convirtió en un rompecabezas para los hinchas, quienes denunciaron la falta de previsión de la Alcaldía.
- Buses del SITP y TransMilenio fuera de operación.
- Aplicaciones de transporte colapsadas.
¡Un caos total! Tal como lo expresaron varios usuarios en Twitter:
Denuncias de los ciudadanos
No previó el regreso de la gente a sus casas en Bogotá
Dejó a la ciudad sin transporte anoche
— P E G A S U S (@CURTlSEOso) July 15, 2024
En Bogotá ni siquiera llegaron a la casa muchos por el colapso de las apps de transporte
— Coman Pastel (@lidagu) July 15, 2024
Anoche en Bogotá no había transporte público de ningún tipo. Había gente caminando a sus casas a las 2 am.
— Hc (@Hancamilo) July 15, 2024
Caos y desórdenes post-partido
Pero la desorganización en el transporte no fue la única sombra sobre la noche del 14 de julio. Una serie de desmanes y falta de civismo marcaron el fin de la jornada. Las redes sociales fueron testigo del incivismo en varios puntos de la ciudad. El Parque de la 93, emblemático lugar de celebración, quedó en condiciones deplorables:
#BOGOTÁ Así quedó el Parque de la 93 luego del partido Colombia – Argentina en la Copa America. La @Uaesp hizo un llamado a los ciudadanos a cuidar los espacios públicos. El área fue recuperada por el operador de aseo Promoambiental horas más tarde. pic.twitter.com/QhsJl4lMpZ
— ÚltimaHoraCaracol (@UltimaHoraCR) July 15, 2024
Bogotá, la «Atenas Suramericana», se convirtió en un campo de batalla post-partido. El desorden reinó por unas horas que parecieron interminables, reafirmando la necesidad de una mejor organización y previsión para eventos de tal magnitud.
En resumen, el 14 de julio no solo fue una noche de tristeza deportiva, sino también un recordatorio de los desafíos urbanos que enfrenta Bogotá. La pasión por el fútbol es inmensa, pero la responsabilidad ciudadana y la organización no pueden quedar fuera de juego. ¡Vamos, Bogotá! Es hora de aprender y mejorar para el próximo partido.