La Selección Colombia femenina Sub-20 logró una victoria de oro contra México en el Mundial femenino Sub-20. Con un golazo de cabeza de la defensora Mary José Álvarez, las cafeteras se impusieron 1-0, pese a enfrentar un juego bastante complejo ante las aguerridas aztecas. Aunque las nuestras aseguraron el primer puesto del grupo A, la batalla en el campo no fue para nada fácil.
Un equipo renovado
Tras el intenso partido contra Camerún, el desgaste físico fue notable en nuestras jugadoras. Por esta razón, el entrenador Carlos Paniagua optó por refrescar la alineación titular, especialmente en la zona de ataque. Entre los cambios más destacados, la figura revelación Yéssica Muñoz tuvo su primer llamado al once inicial en este Mundial. Acompañándola, también apareció como novedad Natalia Hernández.
El sacrificio de Yéssica Muñoz
Desde el pitazo inicial, Muñoz aportó dinamismo y presión en la delantera, luchando contra viento y marea en un partido de alta tensión. Sin embargo, el encuentro se tornó más difícil de lo esperado, y la delantera tuvo que ponerse el overol de obrera, sacrificando oportunidades claras de gol por contribuir en defensa.
Un espíritu combativo
Yéssica Muñoz no paró ni un segundo, siempre tratando de tomar el balón y abrirse camino desde el mediocampo, especialmente por el costado derecho, donde tuvo más acción. Así, cuando México tomó la batuta y manejó la posesión, Muñoz no dudó en bajar y apoyar a la defensa, tapando agujeros en su banda con pura garra y corazón. Este esfuerzo tremendo le impidió tener mejores oportunidades en ataque para Colombia, pero dejó claro su compromiso con el equipo.
Un cambio estratégico
Después de 83 minutos de pura entrega y sudor, Yéssica Muñoz fue sustituida por Ana Milé González. Este cambio estratégico fue clave para ayudar a cerrar el partido y mantener la mínima diferencia en el marcador. González ingresó con la misión de asegurar la defensa, y lo hizo con creces, logrando que las cafeteras se llevaran los tres puntos vitales.
Esta victoria no solo reafirma el talento y la determinación de la Selección Colombia femenina Sub-20, sino también su capacidad para enfrentar y superar desafíos en el ámbito internacional. ¡Vamos Colombia, que el sueño sigue vivo!
