América de Cali iguala en un duelo agónico ante Fortaleza CEIF
América de Cali y Fortaleza CEIF empataron en un partido lleno de dramatismo el pasado sábado en la fecha 12 de la Liga BetPlay II-2024, disputado en el mítico estadio Pascual Guerrero.
El entrenador uruguayo Jorge ‘Polilla’ Da Silva se mostró visiblemente afectado por la actuación del árbitro Diego Moncada. Según el estratega, Moncada permitió que el rival cortara constantemente el juego con pausas innecesarias. «La verdad prefiero no expresar lo que siento. Es una lástima para el espectáculo que se permita tener esa actitud de hacer tiempo deliberado en todo momento. Se paró el partido permanentemente, se paró cuatro o cinco veces, más las idas al VAR. Yo creo que ocho minutos no era ni la mitad de lo que se tenía que haber descontado por lo que se jugó. Pero son aspectos del fútbol y todo vale», expresó Da Silva con evidente frustración.
Una montaña rusa de emociones en el Pascual Guerrero
Da Silva no dudó en criticar abiertamente la estrategia de Fortaleza, tildándola de especulativa. «Yo prefiero un equipo jugando, a que se esté permanentemente cortando y tirándose. Lamentablemente no tenemos conciencia de que lo que hacemos es dañar un espectáculo que la gente paga para verlo y, prácticamente, cortándolo como se hace, no se juega», afirmó el técnico uruguayo, utilizando un tono que reflejaba una mezcla de impotencia y enojo.
El orgullo de ‘Polilla’
A pesar de todo, el ‘Polilla’ también fue autocritico y reconoció las falencias de su equipo. «Me deja conforme la actitud del equipo, que tiene mucho corazón, mucha rebeldía, trata de sobreponerse siempre, y me siento orgulloso de estar al mando de este grupo de jugadores. Sinceramente creo que el partido lo teníamos controladísimo, el gol de ellos es la única que tienen en el segundo tiempo, pero nosotros erramos goles de todos los colores, hasta de penal», destacó.
Un partido que dejó a la hinchada con el corazón en la mano
El enfrentamiento entre América y Fortaleza fue una verdadera montaña rusa de emociones. Después de un primer tiempo equilibrado, el segundo tiempo se convirtió en una arena de batalla donde los ‘Diablos Rojos’ tuvieron múltiples oportunidades claras de gol. Sin embargo, la falta de efectividad y la actuación del portero rival, quien parecía tener los guantes bendecidos, dejaron el marcador en tablas.
Es evidente que el empate no deja satisfecho a un América de Cali que aspiraba a sumar de a tres en casa, pero también es una llamada de atención para mejorar la definición frente al arco. Al final del día, fue un partido que dejó a los aficionados con el corazón en la mano, demostrando que, a pesar de todo, el fútbol sigue siendo el deporte más emocionante y pasional que existe.
¡Esto es fútbol, y en el Pascual el espectáculo siempre está asegurado!