Millonarios logró avanzar a octavos de final de la Copa BetPlay 2025 al conseguir una emocionante victoria en el global de 4-3 contra Real Cartagena. El choque estuvo marcado por un penalti polémico que tuvo como protagonista a Danovis Banguero, cuyo cobro se convirtió en el eje central de la controversia.

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Un final de infarto en El Campín
La tensión se apoderó del ambiente en el estadio El Campín. A medida que el reloj avanzaba y se acercaba el minuto 82, Millonarios parecía perder la brújula. Fue en ese momento crucial cuando Banguero, con sangre fría, ejecutó un penalti que no solo significaba un posible gol, sino una redención para el equipo. Sin embargo, el camino hacia ese penalti no fue nada fácil.
Confusión y tensión en el campo
El árbitro David Espinosa había sancionado el penalti luego de que Luis Marimón invadiera el área. Pero, ¿qué sucedió después? Con el murmullo de los aficionados y la presión del momento, Banguero disparó hacia el costado derecho, y la red se movió. Sin embargo, la celebración fue interrumpida por la decisión del juez de anular el gol y otorgar un tiro libre directo en lugar del penalti.
La incomprensión fue evidente: mientras Millonarios protestaba y sus jugadores reclamaban, Real Cartagena celebraba una ventaja que parecía injusta. No obstante, después de una charla interna entre los jueces, la confusión alcanzó su clímax. Los árbitros se comunicaron y, tras revisar la situación, decidieron que Banguero debía repetir el cobro, generando una Ola de caos en el campo.
El reglamento y sus implicaciones
Al no contar con el VAR disponible en ese momento, la decisión de Espinosa debía ser definitiva. Pero, ¿por qué se repitió el penalti luego de haber otorgado un tiro libre indirecto? La respuesta radica en el reglamento de la IFAB (International Football Association Board). De acuerdo con la regla 14, si el ejecutor o un miembro del equipo infringe alguna de las reglas durante la ejecución del penalti, se debe repetir el tiro bajo ciertas condiciones.

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La clave aquí fue que, según el reglamento:
- «Si el balón entrara en la portería, se repetirá el penal».
- «Si el balón no entrara en la portería, el árbitro detendrá el juego y lo reanudará con un libre indirecto».
Esto significa que, debido a la invasión de Marimón y el gol marcado por Banguero, era correcto que el árbitro decidiera repetir la acción. Sin embargo, si Banguero hubiera fallado, en ese caso, habría sido un libre directo.
La gestión del árbitro y el destino de Millonarios
Por suerte para Millonarios y para el propio árbitro, la aclaración llegó justo a tiempo. Antes de que el juego continuara, se evitó un potencial error que podría haber llevado a la eliminación del equipo, salvando no solo la competencia sino también la integridad del árbitro, David Espinosa. La victoria estaba a la vista, y la presión de la afición se transformó en euforia.
La ejecución del segundo penalti se llevó a cabo, y Banguero, nuevamente con determinación, volvió a tomar el balón. Sus compañeros contenían el aliento, mientras que los hinchas estallaban en fervor, deseando ansiosamente que la historia terminara favorablemente esta vez.
Analizando el partido y la actuación del equipo
A lo largo del partido, Millonarios mostró un fútbol lleno de pasión y garra. Sin embargo, en ciertos momentos, la estrategia parecía desvanecerse. Las decisiones confusas del árbitro, sumadas a la presión del rival, hicieron que el equipo titubeara. Pero el fútbol es impredecible, y es precisamente en esos instantes tensos cuando el carácter de un equipo se mide.
Con su clasificación a octavos de final, Millonarios refleja que, a pesar de las adversidades y los desafíos que pueden surgir, siempre hay una oportunidad para brillar y demostrar el verdadero espíritu del deporte. Además, esta experiencia servirá como aprendizaje tanto para el equipo como para el cuerpo técnico, acentuando la importancia de mantener la calma y la concentración hasta el último minuto.
La afición: un pilar fundamental
Finalmente, no podemos olvidar el apoyo incondicional de la afición. Ellos son el motor que impulsa cada jugada, cada movimiento en el campo. Desde el primer hasta el último minuto, los hinchas de Millonarios estuvieron presentes, alentando y creando un ambiente difícil de igualar. Sin lugar a dudas, su energía fue un factor crucial, manteniendo al equipo en la lucha.
Con esta sobresaliente victoria, Millonarios no solo avanza en la Copa BetPlay 2025, sino que también envía un mensaje claro a sus rivales: la tenacidad y la perseverancia siempre tendrán su recompensa. La pasión por el fútbol colombiano sigue viva, y cada encuentro nos recuerda por qué amamos este deporte. ¡A seguir soñando, Millonarios!
