Solo ella sabe qué tuvo que hacer para encontrarse donde está hoy, en un momento excepcional de su carrera, cumpliendo un sueño que para muchos siempre pareció irreal.
Mientras el mundo habla de su talento, ella se refugia en su timidez, en el bajo perfil que ha hecho que muchos se enteren tarde de una vida de sacrificios que le ha permitido incluso romper récords internacionales. Su temporada, a pesar de algunos problemas físicos, no tiene mancha: 34 partidos, 12 goles y 4 asistencias. No habla todavía inglés, pero está estudiando. Hoy tampoco le falta nada pues su talento le abre todas las puertas.
Una sonrisa modesta, un logro colosal
La noticia de su inclusión en la lista de las 30 candidatas a ganar el Balón de Oro, el premio más prestigioso del fútbol mundial, fue una razón de tremendo orgullo para su país. A ella, si acaso, le habrá arrancado una sonrisa, nada estridente, porque ella no es así.
Mirá también:Atlético Nacional Anuncia Regreso de Ospina: ‘Tú Tranquilo’They’re the best female players of the world…
here are our 2024 Women’s Ballon d’Or nominees! #ballondor
Una historia de sacrificios
Mayra Ramírez creció en Chacua, una humilde vereda de Sibaté, Cundinamarca, donde su abuela sacó adelante a toda la familia a punta de trabajo duro en el campo, en cultivos de flores. Fue una niña obediente, de las que no da problemas ni hace exigencias, y que, si algo no pudo ocultar, fue su amor por el fútbol.
Mirá también:Cali Revoluciona el Plantel: Dos Jugadores Fuera, Nueva Era en el AzúcarSu padre jugaba fútbol ocasionalmente y ahí estaba siempre su niña, esperando al descanso o al final para pedirle la pelota al juez y dedicarse a patearla hasta que era hora de volver a casa. Cuando creció y quiso empezar a jugar fútbol en serio, no fue una sorpresa para nadie. Pero no fue sencillo: como a todas las mujeres de su generación, le tocó adaptarse a jugar solo con varones y aguantar todos los prejuicios que hoy, felizmente, han sido casi erradicados… casi.
La joya descubierta
El hombre que hizo posible su despegue fue Jean Alberth Martínez, un entrenador de fútbol femenino que trabajaba en Funza, Cundinamarca, y que solía viajar a Sibaté por su trabajo. Alguien le recomendó que pasara a verla. Nunca olvidó aquel día de 2009, cuando encontró el diamante que tanto soñaba.
Los primeros pasos en el fútbol profesional
Mayra empezó a jugar en el club Real Pasión de Cundinamarca, pero tenía que viajar de Sibaté a Tunja todos los días. Su mamá, Liseth, sospechaba que aguantaba hambre porque se iba a veces antes de que amaneciera y volvía tarde, agotada pero feliz. Ganó el Nacional prejuvenil, se graduó de goleadora, y ya no hubo cómo detener su proyección.
Mirá también:¡Santa Fe vs. Bucaramanga! La Batalla por el Título de LigaDebutó en 2017 con Fortaleza, pasó casi de inmediato a Independiente Medellín y de allí al sueño del fútbol internacional: recaló en Sporting de Huelva en 2020, en 2022 pasó a Levante, la gran vitrina, y de ahí a hacer historia no solo en Colombia sino en el mundo.
Una transferencia histórica
Mayra fue, nada más y nada menos, que la transferencia más cara de la historia del fútbol femenino. Chelsea, muy poderoso en el torneo femenino inglés, pagó 450.000 euros a Levante por sus servicios, cifra que subirá 50.000 euros más por cumplimiento de objetivos. En su primera temporada ya ganó la Superliga, y eso que estuvo todo medio accidentado por culpa de las lesiones.
Triunfos con la Selección Colombia
En la Selección Colombia arrancó en el Sub-20, se coronó campeona de Juegos Bolivarianos (2017) y Panamericanos (2019). En el último año llegó a cuartos de final por primera vez en un Mundial Femenino de mayores y clasificó y superó la primera fase de los Juegos Olímpicos 2024. Cuando el mundo se entere de la joya que es el orgullo de Sibaté, no diremos nada… pero habrá más señales…