Atlético Nacional enfrenta un nuevo escándalo de indisciplina que sacude al vestuario verdolaga. El 23 de octubre, el delantero Alfredo Morelos se vio involucrado en un grave accidente de tránsito que dejó como resultado a un herido. Este lamentable incidente tuvo lugar mientras se dirigía a una práctica, y se complicó aún más cuando Morelos fue capturado por manejar bajo los efectos del alcohol, ya que el resultado de la prueba de alcoholemia mostró un preocupante grado 2.
Una secuela de incidentes preocupantes
Este incidente con el ‘Búfalo’ no es un caso aislado. De hecho, representa el segundo escándalo de indisciplina en el equipo en menos de dos meses. El 16 de septiembre, cinco futbolistas de Atlético Nacional también se vieron envueltos en un bochornoso episodio. Tras un partido de Copa BetPlay contra Alianza FC, un video reveló a varios jugadores en medio de una fiesta, con bebidas alcohólicas y presentándose en un ambiente que no es el ideal para unos profesionales.
Los protagonistas del escándalo anterior
Los nombres de Harlem ‘Chipi Chipi’ Castillo, Jorman Campuzano, Dairon Asprilla, Joan Castro y Kilian Toscano se alzaron como los protagonistas de esta historia que tiene a la hinchada con una sensación de preocupación. La reacción del cuerpo técnico, liderado por el mexicano Efraín Juárez, fue firme: “nuestro compromiso será tomar las decisiones necesarias, salvaguardando los intereses de la institución”. Sin embargo, ¿fue eso realmente lo que pasó?
¿Doble moral en la gestión disciplinaria?
Pese a los serios llamados de atención, tres de esos jugadores fueron convocados para el siguiente encuentro contra Bucaramanga, dejando en el aire la pregunta de si realmente hubo alguna consecuencia por sus actos. Mientras algunos aficionados claman por un manejo más estricto en la disciplina del plantel, los resultados en el campo parecían mejorar, lo que hizo que la situación se tornara aún más confusa.
La falta de decisiones contundentes provocó un ambiente de incertidumbre, donde muchos aficionados se preguntan: ¿se están ignorando las reglas para mantener un buen rendimiento deportivo? La apertura a nuevos actos de indisciplina es un riesgo que el club parece estar asumiendo. En un fútbol profesional, la imagen y la conducta son casi tan cruciales como el talento futbolístico.
El incidente de Morelos: Una llamada de atención
Regresando al reciente incidente de Alfredo Morelos, el hecho de que iba a presentarse a entrenar con un grado 2 de alcoholemia despierta una gran controversia. ¡Se iba a presentar embriagado a los trabajos de Efraín Juárez! Este es un acto que pone en tela de juicio no solo su profesionalismo, sino también la imagen de un club que ha buscado ser un líder en la Liga Colombiana.
Morelos chocó su vehículo contra un camión y una moto, resultado de un intento de adelantamiento, lo que dejó a un herido. Las autoridades detuvieron al delantero por «lesiones personales culposas», un cargo que podría tener repercusiones graves en su carrera y, por supuesto, en la reputación del equipo.
Expectativas de reacción del club
Este miércoles se anticipaba un pronunciamiento claro desde la directiva de Atlético Nacional. Hinchas y periodistas esperaban un comunicado oficial que aclarara la postura del club ante estos episodios de indisciplina. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado reacciones desde la cúpula del club antioqueño. Esta falta de comunicación deja al público en incertidumbre sobre cómo se manejará esta situación.
Y ya surge la pregunta inevitable: ¿continuará la estrategia de ‘la ropa sucia se lava en casa’? O, por el contrario, se implementará finalmente un protocolo claro que garantice que los jugadores entiendan la gravedad de sus acciones y las posibles sanciones que podrían enfrentarse.
Un llamado a la reflexión para el futuro del club
La situación actual de Atlético Nacional deja abiertas muchas preguntas sobre los valores y la cultura del vestuario. Es urgente que el club tome decisiones firmes y claras en pro de mejorar su imagen y asegurar el bienestar de sus jugadores y la afición. La gestión de la disciplina es fundamental, y no se debe permitir que estas situaciones se repitan.
A medida que avanza la temporada, la presión sobre la directiva y el cuerpo técnico aumentará. La hinchada merece un equipo comprometido no solo con la victoria, sino también con los principios de comportamiento y profesionalismo. En el mundo del deporte, como en la vida, la responsabilidad y el respeto son obligaciones que deben prevalecer.