¿Qué pasa con los audios del VAR del partido entre Boyacá Chicó y Fortaleza CEIF? ¿Por qué la Federación Colombiana de Fútbol y la Comisión Arbitral no ayudan a despejar las dudas sobre la polémica arbitral de ese juego de Liga BetPlay I? ¿Por qué el árbitro Carlos Betancur no consultó el VAR para evitar una injusticia y pitar un penalti claro, que no le concedió al equipo boyacense? Todas estas interrogantes flotan en el aire y el tiempo pasa sin una respuesta clara, generando una creciente frustración en los involucrados.
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Las Reacciones de Boyacá Chicó
Desde el pasado 21 de abril, fecha en la que se disputó el controversial duelo, el club ajedrezado ha solicitado información sobre los audios del VAR. Sin embargo, la Federación sigue en silencio y no ha proporcionado claridad sobre lo ocurrido. Eduardo Pimentel, el máximo accionista del Chicó, levantó la voz y expresó su preocupación, llevando a la mesa una serie de preguntas que podrían desatar un nuevo escándalo en el fútbol colombiano.
La Gravedad del Penalti No Sancionado
“Seguimos nuevamente con un tema que a la gente no le gusta, pero lastimosamente tenemos que tratarlo”, inició Pimentel en una reciente entrevista. El directivo señaló lo que considera un “penal descarado e infame” que el árbitro Carlos Betancur decidió no sancionar durante el encuentro. Según él, la situación fue aún más grave porque el árbitro nunca consultó el VAR, a pesar de que el penal fue evidente.
Pimentel fue muy claro al expresar su indignación: “Lo que sucedió no es una aproximación; fue un penal manifiesto, descarado. Pero lo más alarmante es que el árbitro se hizo el desentendido, mandándose la mano al oído para aparentar que estaba escuchando, pero jamás fue a verificarlo”.
La Credibilidad en Juego
El dirigente también arrojó dudas sobre la integridad de la Comisión Arbitral. “Cada vez surgen más interrogantes sobre la Federación y la Dimayor. La credibilidad se va perdiendo, lo que es gravísimo, porque no hay nada que garantice que realmente hubo VAR en ese partido. Si no quieren entregar los audios, es porque no los tienen. Y si no los tienen, es porque el VAR no funcionó”, explicó Pimentel, añadiendo una profunda preocupación que resume la desconfianza en el sistema arbitral actual.
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El Clamor por la Transparencia
“Esto debemos aclararlo, aún si eso desagrada a algunos. Es por el bien del fútbol colombiano”, declaró Pimentel con firmeza. El dirigente subrayó que esta situación no debe ocurrir, sobre todo con un equipo como Boyacá Chicó, que se considera pequeño en comparación con otros grandes clubes del país. “Si esto sucediera en un partido como América contra Millonarios o Millonarios contra Junior, no puedo imaginar la reacción”, añadió.
Los aficionados y miembros del equipo claman por transparencia. “Queremos que se nos brinde acceso a los audios de VAR, porque el reglamento lo establece. Están obligados a proporcionarlos a todos los clubes después de los partidos”, afirmó Pimentel. Este clamor se ha convertido en un grito por justicia, una necesidad de igualdad en el tratamiento que reciben los equipos de todas las categorías.
Un Futuro Incierto
A medida que la situación avanza, se hace evidente que el escándalo podría tener repercusiones mayores. Si no se aclaran las cosas pronto, la presión sobre la Federación y la Comisión Arbitral aumentará. El hecho de que un equipo pequeño como Boyacá Chicó esté levantando la voz es un reflejo de la desilusión que siente gran parte del fútbol colombiano.
Bajo la mirada atenta de los medios y los hinchas, la historia sigue desarrollándose. Pimentel no tiene intención de descansar; su lucha no es solo por su equipo, sino por una mayor responsabilidad en la gestión arbitral en general. Este episodio es solo un capítulo en una historia más amplia sobre la calidad y la credibilidad del fútbol en Colombia.
Conclusión
La situación relacionada con el VAR en el partido entre Boyacá Chicó y Fortaleza CEIF no solo pone en jaque a la Comisión Arbitral, sino que también plantea serias preguntas sobre la transparencia y la eficacia del sistema de arbitraje en Colombia. Por lo tanto, es fundamental que los organismos pertinentes asuman su responsabilidad y brinden respuestas concretas a las inquietudes de todos, especialmente de los clubes como Boyacá Chicó que luchan por hacerse escuchar. El clamor por justicia es alto, y el fútbol colombiano necesita respuestas ahora más que nunca.
