Estados Unidos sigue demostrando por qué es la hegemonía del fútbol femenino en los Juegos Olímpicos, llevándose este sábado la medalla de oro de París 2024 al vencer a Brasil en una final electrizante en el Parque de los Príncipes. El oro se definió con un solitario gol de Mallory Swanson.
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Un inicio disputado con oportunidades
Brasil generó la primera acción clara del partido a los 15 minutos, cuando Ludmila dejó atrás a su marca y enfrentó a Alyssa Naeher, quien fue vencida; sin embargo, el gol fue anulado por fuera de lugar. La emoción no se hizo esperar y los corazones ya latían a mil.
A los 25 minutos, Estados Unidos respondió con una jugada que se inició por el costado izquierdo. Mallory Swanson se libró uno a uno de Lorena, quien, con una espectacular atajada, impidió el grito de gol americano. Los aficionados en las gradas masticaban sus uñas de los nervios.
El crucial momento para Estados Unidos
Al filo del primer tiempo, minutos antes del descanso, Estados Unidos estuvo a punto de lamentar un gol en contra. Gabi Portilho conectó un potente disparo que Naeher desvió con una espectacular intervención, que sin duda será recordada por mucho tiempo.
Un error que costó caro
En el segundo tiempo, la esperada oportunidad llegó. Un error defensivo de Brasil fue aprovechado sin titubeos por Mallory Swanson, quien enganchó y sacó un remate cruzado que dejó sin opciones a la portera Lorena, llevando el marcador 1-0 a favor de las estadounidenses.
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Brasil no se quedó con los brazos cruzados y se jugó el todo por el todo. Dominó la posesión, acorraló a Estados Unidos dentro de su propia área, pero por más que intentaron, las oportunidades claras no se concretaron.
Una agonía brasileña
El reloj marcaba el minuto 93 y Brasil tuvo su última esperanza. Adriana conectó un cabezazo que llevaba destino de red, pero nuevamente Naeher se erigió como la salvadora del equipo norteamericano, garantizando así la quinta medalla de oro para Estados Unidos en la historia olímpica.
Mención especial para Mallory Swanson, cuya determinación y calidad fueron cruciales para este logro histórico del fútbol femenino norteamericano, sellando así una actuación memorable en el corazón de París.
