El venezolano Rafael Dudamel ha inscrito su nombre con letras de oro en la historia del Club Atlético Bucaramanga y del fútbol colombiano. En una final de infarto de la Liga 2024-I, los leopardos derrotaron 6-5 a Independiente Santa Fe en la tanda de penaltis, desatando la alegría en todo Santander.
Al finalizar el vibrante encuentro, Dudamel expresó su agradecimiento a los jugadores, los hinchas y los directivos del club, destacando el respaldo incondicional que ha sentido desde su llegada. «El trabajo y la calidad de los jugadores son indispensables para poder triunfar», comentó el estratega venezolano, quien registra su segunda estrella en el país, tras la conseguida con Deportivo Cali en el 2021-II.
Celebración y optimismo
A sus 51 años, Dudamel no oculta su satisfacción, pero también ve esto como un punto de partida: «Primera misión cumplida. Esto nos hace visualizar el futuro con mucho optimismo. Tenemos que seguir creciendo todos, desde lo cultural, como ciudad, el estadio y nosotros como entrenadores y jugadores. Tenemos que empezar a replantearnos todo lo que viene».
Agradecimientos y dedicatoria
El técnico venezolano, conocido por su carrera como portero en varios clubes del país, desplegó una lista extensa de agradecimientos tras alcanzar este nuevo logro. Subrayó especialmente el apoyo de su familia. «A papito Dios, que nos ha permitido alcanzar este gran logro. A mi esposa, a mis hijos, Rafael, Salvador y Salomón, que pese a no estar aquí conmigo, han sido parte fundamental del esfuerzo que hemos hecho para vivir este momento, ellos terminando su colegio”, declaró emocionado.
Y continuó: «Mi esposa, dedicada como una mujer maravillosa, a la familia y al hogar, y por supuesto a la gente que nos está esperando en Bucaramanga y a lo largo del país. A los dirigentes que creyeron en mi equipo de trabajo desde un principio. Y a ustedes, los periodistas, que me han sabido soportar».
Un partido inolvidable
El desenlace de este campeonato es digno de una película de suspenso. Un Bucaramanga aguerrido que, pese a estar igualado 1-1 durante los 90 minutos reglamentarios y el tiempo extra, nunca bajó los brazos. La tensión en el estadio era palpable; cada tiro, cada atajada, resonaba como un latido más fuerte de un corazón leonino.
La tanda de penales: Una lotería de emociones
En los lanzamientos desde el punto penalti, cada jugador del Atléticos Bucaramanga se jugó la vida en cada disparo, y fue en el sexto penalti donde la balanza se inclinó a favor de los leopards. ¡Bum! El arquero contrario no pudo contener el remate certero que selló el campeonato. Las gradas estallaron en júbilo, y la capital santandereana se vistió de fiesta.
En conclusión, Rafael Dudamel ha forjado una página gloriosa en Bucaramanga y su legado promete ser una fuente de inspiración para el futuro. ¡Viva el fútbol! ¡Viva Bucaramanga campeón! ¡Campeones!