El encuentro entre Once Caldas y Millonarios dejó un sabor agridulce y un debate muy encendido sobre las decisiones arbitrales que marcaron el partido. Un empate 2-2 que, sin duda, generó un sinfín de opiniones entre los aficionados y los analistas. Pero, ¿se justificaron las quejas del equipo azul?

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Desacuerdos en el terreno de juego
Es innegable que el partido estuvo cargado de emociones y controversias. Aunque la ira de los hinchas de Millonarios, más visible en el rostro de su arquero Álvaro Montero, parecía desproporcionada durante los últimos instantes, el análisis posterior reveló falencias que invitan a reflexionar. Las decisiones arbitrales y la actuación del VAR fueron puestas en tela de juicio, pues hay quienes consideran que fueron factores determinantes que no pasaron desapercibidos.
Polémicas penales no sancionados
Dos penaltis no sancionados para el azul fueron claros en el desarrollo del juego. Desde el pitido inicial, el equipo de González mostró su inconformidad por determinadas jugadas que dejaron mucho que desear. Analistas arbitrales han indicado que, en al menos dos ocasiones, los azules tenían fundamentos para reclamar la pena máxima.
La primera falta: una pisada innegable
La primera de estas, ocurrida a los 78 minutos, fue un tiro de esquina en el que el defensor Riquett pisó al atacante Santiago Mosquera. Este momento crítico no fue revisado por el VAR y, según los analistas, debería haberse sancionado como penal. La cuenta de Twitter @ElVarCentral fue clara al respecto, indicando que “era penal: pisón sobre Sergio Mosquera que lo disminuye y no le permite terminar de disputar el centro”. Sin duda, una falta que dejó a los aficionados preguntándose si la justicia fue realmente servida.
❌ Era penal: pisón sobre Sergio Mosquera que lo disminuye y no le permite terminar de disputar el centro. Imprudencia del defensor del Once y pena máxima para Millonarios. No apareció el VAR Kéiner Jiménez #LigaBetPlay
Una segunda oportunidad desaprovechada
La segunda situación polémica llegó poco después, cuando, al final del partido, el arquero James Aguirre derribó al atacante Santiago Giordana. Este choque provocó que los reclamos del argentino resonaran en todo el estadio. El analista y exárbitro José Borda comentó que “el árbitro Ospina y el VAR omitieron el penal”, resaltando que la falta fue imprudente y merecía una sanción.

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OSPINA OMITIÓ PENAL
En el @oncecaldas vs @MillosFCoficial el árbitro Ospina y el VAR omitieron el penal por la falta de Aguirre a Giordana, el portero del Blanco sale de manera imprudente y le hace zancadilla, nunca juega el balón y con la pierna extendida lo derriba. ERA PENAL
¿Un arbitraje parcial?
¿Favorecieron a Millonarios y perdonaron roja? Esta pregunta quedó flotando en el aire después de la actuación del árbitro. Once Caldas también exigió la expulsión de Nicolás Arévalo por una entrada considerada temeraria. Sin embargo, la sanción solo fue una amarilla, dejando a los hinchas de Manizales consternados.
Análisis de la jugada controvertida
El propio José Borda se refirió a este episodio, indicando que “no es roja. Un pisotón, del pie del atacante con el pie del defensor, se sanciona con amarilla”. El debate sobre la justicia del arbitraje en este encuentro fue acalorado, reflejando la pasión que despierta el fútbol colombiano.
NO ES ROJA
Un pisotón, del pie del atacante con el pie del defensor, se sanciona con amarilla. Se castiga con roja cuando se hace arriba del tobillo. El pisotón de Arévalo de Millonarios a Zapata del Once Caldas no era roja y el VAR no debía llamar, como efectivamente ocurrió
Una jornada intensa para recordar
El emocionante partido que terminó en empate muestra cómo los detalles marcan la diferencia en la Liga Colombiana. Desde las decisiones arbitrales cuestionadas hasta la tensión entre los jugadores, este encuentro seguramente quedará en la memoria de quienes lo vivieron. El fútbol, con sus altibajos y su esencia impredecible, sigue siendo nuestro gran espectáculo y, en la Liga BetPlay, estos episodios son parte del juego.
¿Qué nos deparará el futuro? Solo el tiempo y, claro, ¡el siguiente partido lo dirá!
