En un movimiento que ha dejado a más de alguno con la boca abierta, Universidad Católica ha decidido tirar el tablero sobre la mesa y solicitar formalmente la reprogramación del clásico contra Colo Colo. Al igual que en una pelea a todo o nada, los «cruzados» han utilizado como bandera la suspensión del enfrentamiento entre Unión Española y Universidad de Chile, buscando un cambio favorable.
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Tagle al ataque
En una conferencia de prensa que parecía un partido de ida y vuelta, Juan Tagle, el presidente de la UC, le puso el cascabel al gato. Con el aplomo de un capitán dirigiendo a su equipo, explicó que la petición se origina por la carencia de un recinto adecuado para recibir a los albos el sábado 15 de marzo. «Hemos formalizado para reprogramar ese partido», disparó Tagle, esperando que la ANFP considere la situación, tal como lo hizo con el partido de la U y Unión, y que su solicitud sea acogida.
Buscando cancha sin descanso
No ha sido por falta de ganas. El timonel cruzado enfatizó: «Llevamos mucho tiempo trabajando en el partido», y es que han agotado todas las cartas en la mesa. Desde el Nacional, pasando por estadios en ciudades vecinas, hasta el Santa Laura y La Florida, todos han sido porta cerrada tras otra. El balón simplemente no llega al gol.
Sin opciones en el horizonte
El mandamás de la UC no se ahorró palabras ante el claroscuro panorama: «Viña está cerrado, Palestino no puede arrendar La Cisterna. Es un evento de fuerza mayor», decía con la resignación de un hincha tras un penal errado. Tagle fue enfático en señalar que no se puede forzar al club a jugar en regiones.
La propuesta de Colo Colo y la respuesta de Católica
El enfrentamiento no solo está en la cancha. Tagle también abordó la idea de invertir la localía, la que fue desestimada por el club precordillerano, argumentando su situación actual en el Campeonato Nacional 2025. «Esto de revertir la localía, es que la semana pasada la ANFP consideró esa opción y no tuvo respuesta de Colo Colo», añadió. La posibilidad de jugar cuatro partidos consecutivos de visita parece una cruz demasiado pesada para la Católica en este momento tan complejo.
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En un final de conferencia como si caído del cielo, el presidente cerró con un «hay un tema deportivo», dejando en claro que, como en todo partido emocionante, todavía queda mucho por jugar. Así avanza una nueva saga del fútbol chileno, donde la emoción y las jugadas estratégicas fuera de la cancha nos mantienen en vilo. ¡Que corra la pelota!
