El fútbol chileno está que arde con la reciente decisión tomada el jueves pasado por el Consejo de Presidentes, que aprobó el regreso de la Segunda División en su formato Sub 23. ¡Una jugada que promete revolucionar el panorama, pero que ha dejado a varios futbolistas en fuera de juego!
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Polémica en el terreno de juego
Este acontecimiento ha encendido la chispa de la controversia justo cuando los clubes inician las pretemporadas de cara al 2025. En esta ocasión, el Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile (Sifup) ha sacado tarjeta roja contra la ANFP y el Consejo de Presidentes. ¿La razón? La aprobación de las bases para el campeonato de la Segunda División, que vuelve a poner el límite de edad en 23 años, en respuesta a la petición de siete clubes.
Las consecuencias para los veteranos
El problema radica en que muchos futbolistas que superan esta edad se quedarán sin equipo, viéndose obligados a colgar las botas antes de tiempo. Entre los afectados se encuentran reconocidos jugadores como Ramón Fernández y Roberto Cereceda en San Antonio Unido, Diego Bielkiewicz de Osorno, Sebastián Martínez y Carlos Escobar en Deportes Concepción, Renato González del Real San Joaquín, y los experimentados Fernando Cordero y Franz Schultz en Deportes Linares. Una verdadera tragedia para aquellos que han dejado el alma en la cancha.
Furia del Sifup: un clamor en el vestuario
El Sindicato de Futbolistas no se quedó con los brazos cruzados y de inmediato lanzó un comunicado contundente. En él se detalla una serie de reuniones que sostuvieron con Pablo Milad, presidente del fútbol chileno, así como con el gerente de ligas, reclamando que las promesas hechas quedaron en nada.
“En aquel encuentro, tanto Milad como Yamal Rajab se comprometieron a incluir varios puntos de nuestro petitorio,” expresaron con indignación. “Finalmente, ninguno se llevó a cabo”. Con el correr de los días, al sindicato le cayó como balde de agua fría la noticia de la transformación de la Segunda División, planteada por unos pocos clubes y que representa, según ellos, un retroceso monumental al dejar nuevamente la categoría exclusiva para jóvenes inaugurados después de 2002.
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El dilema del desarrollo juvenil
La justificación de los clubes de que esta medida fomentará el desarrollo del fútbol joven es vista como un tiro al aire por el Sifup. “Es una paradoja”, aseguraron, “cuando la mayoría de estos equipos no fortalecen las series menores ni cumplen con las licencias necesarias para competir profesionalmente”. Como si fuera poco, la ANFP también anunció recortes en los recursos destinados a los cadetes, poniendo más leña al fuego de esta discordia.
¿Paro en el horizonte?
En el cierre de su comunicado, el sindicato insinuó que podría convocar a sus asociados a un paro, una medida drástica que podría paralizar por completo la actividad futbolística. “Estamos trabajando en los próximos pasos junto a todos nuestros socios”, señalaron con determinación, “porque el fútbol no puede ser jugado al arbitrio del Consejo de Presidentes. El futuro de nuestra pasión debe estar por encima de los intereses de unos pocos”.
El balón está en mitad de la cancha, y sin duda, los próximos días prometen más emociones y giros inesperados en esta saga que mantiene en vilo a los amantes del deporte rey en Chile.
