En un nuevo capítulo que remueve los cimientos del balompié nacional, el Sifup ha vuelto a salir al ruedo para intervenir en una controversia que ronda como fantasma por las canchas del país. Esta vez, los reflectores se posan sobre Rangers de Talca. En el medio de la cancha, la polémica se desata con las denuncias de Bastián Martínez y José Tomás Herrera, quienes han levantado la voz ante lo que ahora suena como un eco de discriminación.
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Rangers de Talca en el ojo del huracán
Las almas de estos dos jóvenes, con apenas 22 y 23 años, respectivamente, han sido apartadas del equipo “Piducano”. Como si se tratara de un partido en el que les mostraron una tarjeta roja, han quedado al margen de los entrenamientos, en una jugada que el Sindicato de Futbolistas Profesionales no ha dejado pasar. En defensa férrea y solidaria, el Sifup ha llevado la contienda a la Dirección del Trabajo, lanzando un grito en redes que resuena con justicia: “Denunciamos a @Rangersdetalca_ por excluir de los entrenamientos a los jugadores Bastián Martínez y José Tomás Herrera”.
El apoyo incansable del Sifup
Las redes sociales se convirtieron en el terreno donde el Sifup marcó presencia, cual delantero habilidoso que deja atrás a los defensas, y manifestó: “Discriminándolos y no otorgándoles el trabajo convenido. No aceptaremos abusos laborales ni presiones indebidas a nuestros asociados, a quienes les entregaremos todo el apoyo legal que requieran”. Tal como si se tratara de un balón en disputa, el sindicato reafirma su compromiso con los futbolistas con un claro mensaje: “Sifup, somos todos”.
El caso de Ignacio Jeraldino: un déjà vu doloroso
Y no es la primera vez que la polémica se asoma en el campo este 2025. Meses atrás, en un giro que parece sacado de manual, el ex Audax Italiano, Ignacio Jeraldino, también fue víctima de un episodio similar. Como un gol en el último minuto que cambia todo, el Sifup se manifestó nuevamente. «Denunciamos a Audax Italiano por el hostigamiento y exclusión de los entrenamientos al jugador Ignacio Jeraldino». En un relato digno de una película, Jeraldino llegó a entrenar y se encontró con la cancha vacía, pues el equipo estaba de pretemporada.
En esta historia de injusticias y defensas aguerridas, el Sifup levanta la voz en un llamado enérgico: “¡Basta ya!”. En un torneo donde el respeto y la dignidad deben ser los goles más valiosos, la entidad activa todos los mecanismos de protección laboral, defendiendo a sus asociados de lo que consideran un abuso de poder. El pueblo futbolero está atento, porque nuestro fútbol no solo se vive en la cancha, sino también en la lucha diaria por condiciones justas para todos los jugadores.
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