En el reciente episodio del programa de TNT, «Todos Somos Técnicos», se dio un momento de tensión y humor cuando el legendario Carlos Humberto Caszely visitó el set. El exarquero Johnny Herrera no se guardó nada y, entre risas y un dejo de seriedad, le planteó que Augusto Pinochet era hincha de Colo Colo.

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Caszely, con su característico control del balón que lo consagró como «El Rey del Metro Cuadrado», desmintió con firmeza, revelando un dato inesperado: Pinochet, lejos de ser colocolino, habría tenido su corazón en Deportes Iquique.
¿Colocolino o wanderino?
Historias y mitos sobre las preferencias deportivas de Pinochet florecen como un jardín en primavera al buscar en Google sobre el asunto. Un relato intrigante nos lleva al otrora presidente de Universidad de Chile, Ambrosio Rodríguez, quien firmó un contrato crucial de Luis Santibañez ni más ni menos que en La Moneda. Pero la historia toma un giro: Pinochet se habría molestado no por ser colocolino, sino porque era ¡hincha de Santiago Wanderers!
El mito del apoyo económico
A nivel nacional, la creencia popular inclina la balanza hacia Colo Colo, principalmente porque el Gobierno Militar prometió 300 millones para culminar el estadio Monumental, y porque Pinochet fue nombrado presidente honorario de los albos. Sin embargo, los investigadores colocolinos defienden que ni un solo peso llegó a la cuenta del club.
En una charla reveladora con Fernando Tapia, Peter Dragicevic, exlíder de Colo Colo, se defiende explicando que dicha presidencia honoraria era un gesto protocolar extendido a todos los presidentes de la República.

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Guarello lo niega rotundamente
El destacado periodista Juan Cristóbal Guarello, conocido por su agudeza, sostiene que a Pinochet no le gustaba el fútbol, usándolo solo como una herramienta de control. Asegura que el dictador nunca fue colocolino, nunca pisó un estadio, y que prometió millones a Colo Colo como una maniobra electoral, inflación de cifras que jamás se materializó.
Paulsen afirma lo contrario
Fernando Paulsen, histórico de la revista «Análisis», mantiene que Pinochet sí era un amante de Colo Colo, vinculado emocionalmente al equipo de 1973, considerado uno de los mejores de la historia, justo cuando Pinochet llegó al poder.
Mimica ignora la controversia
Vladimiro Mimica, con su vibrante voz nostálgica, no quiere saber de la polémica: «Qué importa de qué equipo era, ¡si fue un dictador!», exclamó sobre el tema.
Véliz y González aportan su visión
Leonardo Véliz afirma tener pruebas a través del guardaespaldas de Pinochet, asegurando que el dictador era un caturro de corazón. Mientras tanto, Carlos González Lucay sostiene que Pinochet utilizó la figura de Colo Colo para fines políticos, inclinándose hacia la conexión sentimental con Santiago Wanderers debido a su cariño por Valparaíso.
La discusión sobre el misterioso fanatismo futbolístico de Augusto Pinochet continúa generando eco, cada voz en el banquillo tiene su versión, y el debate sigue tan encendido como un clásico en el Monumental.
