En Coquimbo Unido la situación está cuesta arriba con su flamante refuerzo para la temporada 2025. Sí, hablamos del delantero argentino Brian Fernández, quien regresó al fútbol chileno como una estrella fulgurante que llegó desde Almirante Brown de Argentina.
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De la Luz a la Oscuridad: Brian Fernández en Problemas Nuevamente
La historia de Fernández es digna de una novela con altos y bajos, y es que el talentoso pero controvertido jugador de 30 años había encontrado una segunda oportunidad en el deporte tras haber sido duramente golpeado por su adicción a las drogas. En su pasado, brilló en Unión La Calera en 2018, pero luego su estrella se apagó al pasar por equipos como Necaxa en México y Portland Timbers en la MLS, donde la situación empeoró.
Un Nuevo Amanecer y Repentino Ocaso
Había vuelto a su natal Argentina con la esperanza de recomponer su camino, pero los problemas lo siguieron como una sombra. ¡Cinco equipos en cuatro años! Sin embargo, bajo el ala del entrenador Daniel Bazán Vera, quien incluso lo llevó a vivir a su casa, Fernández encontró paz en Almirante Brown. Anotó seis goles y dio una asistencia en 27 partidos, encendiendo una chispa de esperanza que lo llevó nuevamente al extranjero, a Coquimbo, donde lo presentaron con bombos y platillos.
Desaparecido en Acción: El Enigma de Coquimbo
Un visto y no visto, esa es la mejor manera de describir lo que ha ocurrido en las últimas semanas. Según reportes, Fernández, como un vapor de humo, ha desaparecido de la pretemporada del club aurinegro, replicando fantasmas del pasado que pensábamos había dejado atrás.
Tras solo dos semanas de su llegada oficial a Coquimbo Unido, el club estaría ya considerando activar una cláusula para rescindir su contrato. Desarraigo y especulaciones vuelan, pues se cree que podría encontrarse en Santiago.
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No es cualquier recaída, ya que este capítulo también toca al corazón de su familia deportiva, siendo Brian el hermano menor del afamado goleador Leandro Fernández de Universidad de Chile.
El fútbol chileno aguarda con ansias una resolución favorable, profesando la esperanza de que este habilidoso jugador pueda volver a soltar amarras en la cancha y llenar de orgullo a quienes siguen dándole su voto de confianza. ¡Fuerza, Brian!
