El 14 de noviembre de 2024, Huachipato desató un verdadero terremoto en la escena futbolística nacional al anunciar un cambio significativo en su gestión. Hernán Rosenblum toma la batuta del club siderúrgico, sucediendo en el directorio a Marcelo Ambrosio, Victoriano Cerda y Marcelo Pesce.
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¡Una movida que dejó boquiabiertos a muchos! La adquisición levantó cejas por sus conexiones intrincadas. Esta operación millonaria, con un valor de US$3.6 millones, fue impulsada por un préstamo proveniente del fondo Sportscap Credit Fund LLC con base en Delaware y bajo la tutela de los empresarios Patricio Kiblisky y Jacques Gliksberg.
Rosenblum: El Nuevo Piloto de los Acereros
Hernán Rosenblum, quien ya dejó su huella en Ñublense como gerente general, ahora pisa fuerte en Talcahuano. Curiosamente, Kiblisky también tenía sus manos en Ñublense durante esa época, tejiendo una red de historias compartidas. Sin embargo, Rosenblum rechazó ante La Tercera cualquier implicación de Kiblisky en el proceso, asegurando que el financiamiento provenía de su círculo familiar. Pero los documentos revelados por Ciper muestran una moneda distinta: el préstamo tuvo un origen en el fondo manejado por Kiblisky, desmintiendo las afirmaciones del nuevo capo de los «Acereros».
El Rompecabezas de la U y Azul Azul
Universidad de Chile también está bajo el foco intenso de los reflectores. La CMF exigió explicaciones a Michael Clark, presidente de Azul Azul, sobre los pormenores de la adquisición de las acciones de Sartor sin una Oferta Pública de Acciones (OPA). La CMF expresó que se habría producido un cambio de control indirecto a través de Inversiones Antumalal Limitada.
Clark no dudó en responder a Cooperativa y aclaró con firmeza que “lo que se compró y vendió no son acciones, son las cuotas del Fondo Tactical… No hubo una compraventa de acciones de Azul Azul”.
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Relaciones y Traspasos Sospechosos
Aquí la trama se complica aún más: se descubrió que Sartor había concedido préstamos a Ñublense bajo la era de la familia Kiblisky, encendiendo las alarmas sobre posibles choques de intereses y la administración de fondos en los clubes. Y como si fuera poco, este embrollo llega a los oídos de muchos que ya miraban con escepticismo los traspasos de jugadores desde Huachipato hacia la U, como los de Israel Poblete, Ignacio Tapia y Gabriel Castellón. ¡Ay, esa danza de pases que hace al hincha sospechar de favores cruzados!
La bola sigue rodando en el estadio de las controversias del fútbol chileno, donde cada pase y cada decisión parecieran contar una historia que bordea lo inverosímil. ¡La pelota no se detiene!