Las aguas están más que turbulentas entre la ANFP y el Sifup. En un duelo digno de un clásico en pleno Monumental, el Sindicato de Futbolistas Profesionales ha levantado la voz con furia para expresar su descontento ante el aluvión de jugadores extranjeros inundando los equipos. La situación llegó a su punto cumbre cuando el intento de transformar la Segunda División en un torneo Sub-23 desbordó el vaso y provocó un paro rotundo.
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Un fuego cruzado entre Quilín y el Sifup
El organismo rector del fútbol chileno no se ha quedado atrás. Con un tono casi bélico, la ANFP acusó al Sifup de recurrir a medidas de presión que calificó de «extremas y habituales». Desde Quilín, el dardo apuntó directo al tesorero del sindicato, Luis Marín, a quien acusan de haber traspasado la cancha de la corrección con descalificaciones personales.
La ANFP, tomando cartas en el asunto, no solo ha decidido juntar fuerzas con los clubes de Primera y Ascenso, sino que también ha tomado la ruta hacia la Dirección del Trabajo para que les pitée el fallo a su favor.
El contragolpe del Sifup
Como un gol de último minuto, el Sindicato de Futbolistas Profesionales no tardó en responder. Clamaron que ninguna de las propuestas presentadas a la ANFP en noviembre fue siquiera escuchada. «Estas fueron las 11 medidas que propusimos…», rememoran con indignación, señalando que el Consejo de Presidentes ha optado por ignorar incluso un dictamen legal contra convertir la Segunda División en una categoría Sub-23.
“Por esta actitud de la ANFP… nuestra Asamblea votó por unanimidad el paro de actividades…», remarcan con la determinación de un defensa férreo protegiendo su arco. Con el panorama actual, los campeonatos, a pesar de la firme intención de la ANFP de iniciar como estaba previsto, penden de un hilo frágil. Este suspenso futbolístico deja al público en vilo, mirando expectantes si estos titanes lograrán llegar a un acuerdo que evite la inminente huelga.
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Este conflicto recuerda a un partido de ida y vuelta, donde las jugadas se suceden con intensidad, y todo puede cambiar en un pestañeo, llevando las emociones del hincha por un verdadero carrusel de pasiones. La situación abunda en incertidumbre, y los hinchas están esperando ese emocionante desenlace que promete ser tan apasionante como el fútbol mismo.
