Emiliano Vecchio ha decidido patear el tablero tras ser el blanco de severas críticas luego de su salida de Unión Española. Acusado de mantener una deuda millonaria debido a un arriendo impago, el ex mediocampista del club chileno no perdió tiempo en responder y lanzó duros dardos contra la institución. ¡Se armó la grande en el fútbol chileno!
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Vecchio y la controversia de la millonaria deuda
En una conversación exclusiva con TYC Sports, Vecchio puso paños fríos al asunto al hablar sobre la denuncia que lo ha tenido en el ojo del huracán. El tema candente: una deuda de 43 millones de pesos por un departamento en el cual residió durante 2024.
El descargo encendido de Vecchio
Con tono desafiante y directo, el jugador de 36 años expresó que era Unión Española quien debía hacerse cargo de ese pago. En un discurso como esos tiros al ángulo imposibles de atajar, el argentino aprovechó para detallar su paso por la histórica escuadra de Independencia y dejó una serie de acusaciones que suenan fuerte como bombos. «Cuando llegué, el club tenía que pagar el alquiler, pero lo terminé pagando yo el viernes (…) Unión Española es un desastre», manifestó sin pelos en la lengua.
La lista de quejas continuó como un delantero imparable: «Yo la pasé re mal. No me hicieron los documentos, no me abrieron cuenta de banco, no me dieron lo que me prometieron». Vecchio no tuvo reparos en sacar los trapos al sol, dejando claro que su experiencia fue todo menos satisfactoria.
Promesas incumplidas y un retiro con sabor amargo
Emiliano fue claro al remarcar las promesas que quedaron en el aire y que le pesan como roca: «Me prometieron auto para moverme, no me lo dieron; pagarme el alquiler, no me lo pagaron. En ese sentido, fue un año horrible, la pasé pésimo».
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El adiós a una segunda etapa complicada
Al cerrar su ciclo en el club de Plaza Chacabuco, Vecchio dejó en claro que aún le deben dinero. Con 23 partidos jugados, seis goles convertidos y el mismo número de asistencias, el argentino decide colgar los botines en suelo chileno y busca retorno a su tierra natal para dejar atrás un capítulo que no le sonríe. «No me pagaron, me quedaron debiendo plata. Un desastre. No me pagaron el alquiler. Encima, no tengo cuenta. Una locura fue todo», concluyó el volante, y con esta declaración final dejó una huella profunda en lo que fue su paso por Unión Española.