Iván Zamorano, el imparable goleador y referente del fútbol chileno, deja su huella en cualquier rincón del planeta. Ya sea en Europa o en Argentina, su presencia no pasa desapercibida, y en esta ocasión nos llega una de las anécdotas más sorprendentes desde el país trasandino.
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Un encuentro inesperado en Argentina
En una conversación distendida con Claudia Villapún, el legendario técnico del ascenso argentino, Pablo Vicó, desempolvó una anécdota que involucra al histórico delantero de la roja. “El año 2013, tras descender por un pelo, ahí estaba yo, sin fuerza ni para levantar un mate. Sin saber qué nos deparaba el destino, veo entrar a lo lejos un vehículo negro, colosal. ¡Era como ver a un ovni aterrizar en la concentración!”, comenzó narrando con emoción Vicó.
El gigante de la melena larga
La historia toma un giro curioso cuando dos figuras descienden del vehículo. “Allí estaba un representante conocido, junto a un titán de melena al viento. ‘¿Me das permiso para entrar?’, preguntó con humildad, y para mi sorpresa, era nada menos que Iván Zamorano”, compartió el técnico con evidente admiración.
El momento fue como un sueño en cámara lenta. sin teléfonos que inmortalizaran el instante: “Por la memoria de mi hijo, mi profe y yo quedamos estupefactos. Iván se sentó con nosotros y, en una de esas conexiones mágicas del fútbol, me dijo: ‘Quiero compartir un mate contigo, tenía ganas de conocerte’. ¡Qué fuerte! ¡Hablar de fútbol con el mismísimo Zamorano!
Una promesa en el aire
La historia termina entre risas, con una promesa volando al viento sin cumplirse nunca: “Juro que sentí que me iba del planeta ese día. Zamorano se despidió diciendo: ‘Prometo volver’, y bueno, hasta el día de hoy lo espero, ¡jajajá!”
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Un repaso por la trayectoria de Iván Zamorano
Este fenómeno de las redes defendió con garra la camiseta de equipos de renombre mundial: desde Cobresal hasta el América de México, pasando por el Saint Gallen, Sevilla, Real Madrid, Inter de Milán y, por supuesto, nuestro querido Colo Colo. ¡En todos ellos dejó grabado con fuego su nombre y el sello de los títulos! Sin duda, Zamorano es un ícono del deporte que nunca ha perdido el toque mágico que lo inmortalizó en las canchas.