Cobreloa empieza a mover sus piezas para el 2025 con la mente fija en regresar a lo más alto del fútbol chileno. Tras el amargo descenso a la Primera B, el equipo naranja se prepara para una serie de modificaciones en su plantilla. Sin embargo, hay un rayo de esperanza y tranquilidad en el horizonte gracias a un jugador clave.
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¿La razón de la calma en Calama? Bastián Tapia, el joven defensor que se ha convertido en un baluarte del cuadro loíno, parece quedarse. Universidad de Chile, club dueño de su pase, ha dejado claro que Tapia no entra en sus planes para la próxima temporada.
Un rescate soñado en el desierto
La información de que el defensa de tan solo 22 años rescindirá contrato con los azules toma a más de alguno por sorpresa. Si bien Bastián estaba ligado a la U hasta 2025, todo apunta a que ha logrado un arreglo para liberar su futuro. ¡Una verdadera jugada maestra para el equipo calameño!
Un préstamo que supo durar
Tapia llegó al desierto en calidad de préstamo a mediados de 2023 y desde entonces ha defendido con uñas y dientes la camiseta naranja, incluso extendiendo su estadía por todo 2024. Con su cesión llegando a su fin en diciembre, la gran pregunta es: ¿seguirá Bastián en Cobreloa?
- Partidos jugados: 33 con Cobreloa en 2024
- Destacada defensa: Uno de los pilares en la retaguardia loína
Este joven zaguero, que ha sabido brillar en un mar de incertidumbres, representa una oportunidad única para Cobreloa de retenerlo sin romper el chanchito. Sus actuaciones han sido de las que hacen parar el corazón, destacando en 33 encuentros mientras el equipo luchaba por escaparse de las garras de la B.
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De la U a Calama: Un viaje y una historia por escribir
Si no ocurre un inesperado vuelco, Bastián Tapia se despedirá del club donde dio sus primeros pasos como profesional, la Universidad de Chile, con 25 partidos en su haber con la camiseta universitaria. Un adiós que sin duda marcará un antes y un después en su carrera.
Con clics pasados en Deportes Iquique y Audax Italiano, Tapia ha recorrido el mapa del fútbol chileno, y ahora se enfrenta a la posibilidad de dejar huella en Cobreloa. ¿Se quedará o buscará nuevos rumbos en 2025? Como en un partido de fútbol, las apuestas están abiertas, y los corazones laten al ritmo de la incertidumbre. ¡Que el balón siga rodando!
