El mundo del fútbol chileno se viste de luto. Hernán «Clavito» Godoy, una de las figuras más queridas y pintorescas del balompié nacional, ha fallecido este miércoles a los 83 años. La triste noticia fue confirmada por el reconocido exfutbolista Esteban Paredes.
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Un General del Deporte se Despide
Clavito no solo fue un entrenador, sino un personaje que dejó su huella indeleble en el fútbol chileno. Cada anécdota y recuerdo suyo condimentaron el deporte rey durante décadas. En sus últimas semanas, Godoy enfrentó un complejo estado de salud debido a un hepatocarcinoma, enfermedad que finalmente apagó su estrella mientras se encontraba en la casa de una de sus hijas, a las 14:15 horas de este miércoles.
Desde San Félix a la Cima
Nacido en la diminuta localidad de San Félix en 1941, Clavito no solo fue un prodigio del balón, sino también un trotamundos del fútbol, llevando su talento de un rincón a otro del país. Él mismo relataba con nostalgia su niñez humilde: jugaba con una pelota de trapo a la luz de la luna en un pueblo que no conocía la electricidad.
Un Camino Lleno de Anécdotas
«Era un pueblito al interior del valle de Vallenar. Allí jugué mis primeros partidos hasta que un día, en Vallenar, me descubrieron para unirme a Deportes La Serena», recordaba Clavito. En el fútbol, además, se jactaba de ser pariente de la poetisa Gabriela Mistral, un vínculo que sin duda destacaba con orgullo.
De Chascón a Leyenda
El apodo «Clavito» le acompañó toda su vida. Britaló así una especie de marca de guerra: «Mis pelos parecían mecha de clave, y un compañero me caricaturizó con tachuelas en la cabeza». Como futbolista, Godoy destacó en Deportes La Serena y llegó a formar parte de la preselección de la Roja para el Mundial de Inglaterra en 1966.
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Una Trayectoria Ilustre
Godoy no solo llevó su talento por Chile, sino que también exploró el fútbol centroamericano, destacando en clubes como Comunicaciones de Guatemala. En su carrera, ostenta el récord como el chileno que ha dirigido más equipos, totalizando 25 clubes en Chile, Estados Unidos, Guatemala e Indonesia. Incluso fue en Audax Italiano donde dio sus primeros pasos como director técnico, llevando al equipo al ascenso a Primera División en 1976.
Un Legado Inolvidable
La vida de Clavito estuvo repleta de momentos memorables y enseñanzas, no solo como director técnico, sino como un maestro de la vida. Su carisma y pasión hicieron de él una figura insustituible en el fútbol nacional. Con su partida, el deporte chileno pierde a uno de sus más grandes íconos. ¡Siempre te recordaremos, Clavito, con admiración y cariño desbordante!
