El icónico portero chileno, Claudio Bravo, ha decidido colgar los guantes, poniendo fin a una brillante carrera que lo llevó a ser uno de los mejores arqueros en la historia del fútbol chileno.
A los 41 años, Bravo anuncia su retiro del fútbol profesional, una decisión meditada y discutida con su familia y entorno cercano. Con la camiseta de la Roja, Bravo no solo destacó, sino que se convirtió en un pilar fundamental para la selección chilena, llevándola a lo más alto con la conquista de dos Copas América.
Bravo, nacido en Buin el 13 de abril de 1983, comenzó su carrera en las canchas de Colo-Colo. Aunque sus primeros pasos fueron como delantero en el club CD Las Acacias, pronto se convertiría en guardameta, destacando por su agilidad y seguridad bajo los tres palos.
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Curicó Unido Pierde 6 Puntos en Primera BEn el año 2006, tras un exitoso paso por el club chileno, Bravo dio el salto a Europa fichando por la Real Sociedad. Ocho años después, su nombre resonaría en todo el mundo al unirse a las filas del FC Barcelona, donde rompió el récord de imbatibilidad en La Liga.
El «1» en la Roja
El guardameta no solo brilló en los clubes, también fue un baluarte en la selección chilena. Su debut con la Roja llegó en 2004, en un partido de la Copa América contra Paraguay. A partir de ahí, su liderazgo y destreza lo llevaron a ser capitán del equipo, obteniendo para Chile dos Copas América en 2015 y 2016, títulos que quedarán grabados en la memoria de los hinchas.
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Ex Cobreloa revela la razón de la falta de refuerzosBravo destacó también en la Premier League con el Manchester City y cerró su carrera en el Real Betis de España, donde se consagró como uno de los porteros más respetados de la liga. Su palmarés incluye títulos en Chile, España e Inglaterra, además de logros internacionales con el Barcelona, como la Champions League y el Mundial de Clubes.
Al anunciar su retiro, Bravo expresó su agradecimiento a los clubes y técnicos que lo formaron y a su familia, el motor de su exitosa carrera. Con 150 partidos internacionales, Bravo deja un legado imborrable y se despide como el arquero más veterano en disputar un partido de Copa América, con 41 años y 71 días.
