Carlos Palacios ha cruzado la Cordillera rumbo a Buenos Aires, con la esperanza de convertirse en el más reciente fichaje de Boca Juniors. Ayer abandonó nuestra tierra para enfrentarse a lo que podría ser uno de los capítulos más emocionantes de su carrera. El talentoso ex jugador de Colo Colo pisa suelo argentino con un solo objetivo: superar los exámenes médicos de hoy y confirmar su llegada al gigante que comanda Juan Román Riquelme. ¡Un desafío del porte de un buque!
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Un aterrizaje con sorpresa
Carlos llegó a la tierra del tango con la expectativa a flor de piel, pero apenas bajó del avión, la tormenta se desató. En una vuelta inesperada del destino futbolístico, mientras Palacios estaba en vuelo, Central Córdoba de Santiago del Estero sorprendía al mundo del fútbol al ganar la Copa Argentina frente a Vélez Sarsfield. Esta victoria significó un golpe directo a la ilusión de Boca Juniors de entrar de manera directa a la Copa Libertadores. ¡Los xeneizes se quedaron con los crespos hechos y la tarea cuesta arriba!
La encrucijada de Boca y el destino de Palacios
Con el título de los santiagueños sobre la mesa, ahora la calculadora está desplegada en la Bombonera. El dramático desenlace deja a Boca con posibilidades acotadas: un título de Huracán como campeón del fútbol argentino este fin de semana podría disipar sus esperanzas de Libertadores. De ocurrir otro resultado, el camino de Boca en el máximo certamen continental se mantendrá, aunque comenzando desde la Fase 2, sorteando dos llaves para finalmente llegar a la fase de grupos. ¡Un esfuerzo titánico para los xeneizes!
Aunque a Palacios le esperan exámenes médicos a las 8 de la mañana de este jueves 12 de diciembre, el joven chileno batea entusiasta, listo para firmar y poner su talento a disposición del club. Pero lo hará con una interrogante colgando sobre su cabeza: ¿jugará en la Libertadores, o serán las estrellas de la Copa Sudamericana su escenario para el próximo año?
El escenario está puesto, ¡y cada jugada cuenta! Carlos Palacios, con el corazón a mil por hora, encara esta nueva aventura en un club que, aunque en incertidumbre, mantiene su estirpe y su pasión intacta. ¡Que comience la función en la gran Bombonera!