El ex-jugador Carlos Alberto, conocido por su fuerte temperamento, ha sido condenado a pagar una multa de R$ 15 mil tras agredir a un hincha del Flamengo, Rodrigo Rodrigues Leão, en un restaurante de Barra da Tijuca, Río de Janeiro.
La víctima se había burlado de Carlos Alberto recordándole una famosa jugada de Arrascaeta durante el «Jogo das Estrelas», evento en el cual Carlos Alberto fue humillado con una hábil maniobra del jugador uruguayo.
Rodrigo, representante comercial, dijo haberle enviado un mensaje en tono de burla, diciendo «Arrascaeta te manda un abrazo», lo que desencadenó la ira de Carlos Alberto. Este, visiblemente molesto, respondió con un golpe en la cara del hincha.
Posteriormente, Rodrigo acudió a un hospital para realizarse un examen de lesiones, el cual confirmó el daño físico, lo que llevó al juicio en el que Carlos Alberto fue declarado culpable.
Carlos Alberto é condenado por soco após piada sobre caneta de Arrascaeta.
O ex-jogador Carlos Alberto foi condenado pelo soco que deu em um torcedor do Flamengo, após ser provocado por causa da caneta que levou de Arrascaeta no Jogo das Estrelas, evento festivo promovido por… pic.twitter.com/Lj6fQryAgk
; LIBERTA DEPRE (@liberta___depre) August 14, 2024
Carlos Alberto intentó defenderse alegando que había sido víctima de insultos raciales por parte del hincha, pero el tribunal no encontró pruebas que sustentaran su versión. Esta situación también le costó su puesto como comentarista en la cadena Band.
Esta condena marca un nuevo capítulo en la polémica vida del exjugador, quien ya era conocido por sus roces con otros futbolistas y su actitud provocadora. Durante el «Jogo das Estrelas», organizado por Zico en el Maracaná, Carlos Alberto ya había provocado a Arrascaeta, afirmando que en su mejor momento habría sido titular en lugar del uruguayo en el Flamengo.
Sin embargo, la respuesta de Arrascaeta fue contundente, dejándolo en ridículo con una jugada que aún resuena entre los aficionados.
La fama de Carlos Alberto como jugador polémico sigue vigente, ahora fuera de los campos de juego, pero con consecuencias legales que lo afectan personalmente y profesionalmente.