¡Un vendaval de fútbol se desató en el Amalfitani! Vélez Sarsfield le pasó por encima a Talleres de Córdoba, venciendo con un contundente 3-0 y dejando la cancha vibrando como nunca.
Un primer tiempo de furia
El partido arrancó con todo, como un trueno en una tormenta. Los muchachos de Vélez salieron al campo con toda la garra y en apenas 10 minutos, Lucas Janson se zambulló en el área, cual tiburón hambriento, para clavar de cabeza el primer gol de la noche. ¡Boom! La tribuna explotó en un rugido ensordecedor.
Vélez impone su ritmo
A lo largo del primer tiempo, Vélez dominó la cancha como rey de la selva. Los toques eran precisos, el balón fluía entre los jugadores como tango en la pista de baile. Cada pase, cada jugada, reflejaba el hambre de victoria. Así fue como 20 minutos después, en una jugada magistral, Lucas Pratto controló el balón, dejó a dos defensores en el camino y, como un rayo, sacudió la red rival con un zapatazo imparable. ¡Otra vez, la hinchada deliró!
El broche de oro
Para cerrar una noche soñada, ya en el segundo tiempo, Thiago Almada se encargó de firmar la sentencia. En una demostración de talento puro, tomó el balón fuera del área, levantó la cabeza y con un disparo certero, bombeó la pelota sobre el arquero, quien quedó estéril de reacción. ¡Golazo, señoras y señores! ¡Gol de antología!
Talleres, sin respuestas
Por su parte, Talleres de Córdoba intentó reaccionar, pero se chocó una y otra vez con la muralla fortinera. El arquero Lucas Hoyos se lució con atajadas felinas que dejaron sin aliento a los delanteros cordobeses. Fue un partido redondo para Vélez, que supo imponer toda su categoría y dejar en claro quién manda en Liniers.
Celebración y esperanza
Al final del encuentro, los jugadores se fueron al vestuario entre aplausos y cánticos, mientras la hinchada no paraba de festejar. Este triunfo le da a Vélez un envión anímico y los tres puntos que tanto necesitaba, consolidándolo en la tabla de posiciones.
Así se vivió una noche mágica en el José Amalfitani, donde Vélez brilló y demostró que está más vivo que nunca. ¡Vamos Vélez carajo!
