El Cilindro se convirtió en una caldera: ¡Costas, a lo guapo, se fue expulsado!

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En un duelo que prometía ser electrizante, Racing y Tigre nos regalaron una noche de pura adrenalina. El míster de la Academia, Gustavo Costas, estalló como un volcán en erupción y dejó huella en el césped.
Un partido con sabor a final
Desde el primer pitido, el partido tuvo el ritmo de una milonga. Los jugadores corrían como si el viento los empujara, y cada pelota era disputada como si fuera la última empanada en un asado. El equipo de Avellaneda buscaba desesperadamente romper el cero, mientras Tigre se defendía con uñas y dientes.
El estallido de Costas
La temperatura subió aún más cuando el árbitro Herrera tomó una decisión controvertida. Como un trueno en un cielo sereno, Costas no pudo contener la furia y explotó en la línea de cal. Gritó, gesticuló y hasta el clima en el estadio pareció acompañar su arrebato. ¡Fue como ver a un león rugiendo en pleno safari!
Herrera no dudó un segundo y le mostró la roja. El DT, visiblemente encendido, dejó el campo con el paso firme de un soldado en retirada. Cada hincha presente sintió cómo el corazón le latía a mil por hora.

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Momentos decisivos del encuentro
- Minuto 25: Un cabezazo peligroso de Racing pasa rozando el travesaño, dejando a los hinchas con el grito de gol atascado en la garganta.
- Segundo tiempo: Sensini, cual mago sacando un conejo de la galera, hace cambios que revitalizan al equipo, creando situaciones de gol que Tigre logra neutralizar in extremis.
- Minuto 70: El árbitro muestra la tarjeta roja a Costas por su reacción vehemente, y el partido se convierte en una contienda aún más aguerrida.
El desenlace
Con un final de película, Racing y Tigre quedaron empatados, pero la emoción y la energía de este apasionante encuentro perdurarán en la memoria de todos. La bronca de Costas y su expulsión son la prueba de que el fútbol se juega no solo con los pies, sino con el corazón, que en noches como esta, late al ritmo de una hinchada que nunca abandona. ¡Vamos Academia!







