¡Qué hombre inflado! ¡Qué jugador dotado! Toto Salvio, el queridísimo hijo pródigo de Lanús, volvió a encender el césped del estadio. En una noche mágica, donde las estrellas parecían alinearse solo para él, metió un doblete sensacional ante Tigre, levantando a los hinchas de sus butacas y haciendo vibrar el suelo granate.
Un inicio explosivo
Tan pronto como el árbitro dio el pitazo inicial, Salvio, como un león enjaulado al que por fin se le abrió la puerta, comenzó a correr de un lado a otro del campo. La química con sus compañeros era palpable, como si estuvieran todos conectados por un hilo invisible que los hacía moverse en perfecta sincronía. En el minuto 12, tras una jugada colectiva extraordinaria, el balón cayó en los pies de Toto como una manda divina. Con una finta que dejó a los defensores de Tigre agarrando aire, sacó un derechazo fulminante, ¡BOOM!, directo al ángulo. ¡Golazo!
El segundo rugido del León
Pero no se conformó con una sola obra maestra. A los 68 minutos, apareció nuevamente. Esta vez, tras un contraataque tan rápido como un rayo de tormenta, recibió un pase en profundidad, driblando al arquero con una calma y frialdad digna de un veterano de mil batallas. Con el arco vacío, solo tuvo que empujarla y sentenciar el destino del partido: ¡Otro gol monumental de Salvio! Los hinchas estallaron en un grito que pareció sacudir los cimientos del estadio: «¡Toto! ¡Toto!»
Una noche para el recuerdo
El estadio se llenó de vítores y aplausos. Cada toque del balón de Salvio, cada uno de sus movimientos en el campo, se sentía como poesía en movimiento. La afición, extasiada, no paraba de corear su nombre, agradeciendo, de alguna manera, el empuje y la entrega del héroe de la jornada.
Este triunfo sin duda catapulta a Lanús a una posición más cómoda en la tabla y afianza el compromiso del equipo con sus hinchas. Toto Salvio, con su bravura y maestría, nos regaló una noche inolvidable que quedará tatuada en la memoria de todos los amantes del fútbol argentino.
- Minuto 12: Golazo de Toto Salvio tras una jugada colectiva.
- Minuto 68: Contraataque fulminante que culmina con el segundo tanto de Salvio.
¡Gracias, Toto, por tanto fútbol! ¡Gracias por seguir iluminando las noches de Lanús!
