En una noche electrizante, donde el fútbol brilló como un diamante en bruto, Vélez Sarsfield y Rosario Central nos regalaron un partido de esos que dejan huella en el corazón de los hinchas. El Fortín lo tenía en el bolsillo, pero el fútbol, con su picardía inigualable, hizo de las suyas. ¡Goles, expulsiones y un final de película!
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Un inicio con el motor a pleno
El partido arrancó como un tren bala. Desde el pitazo inicial, Vélez puso toda la carne al asador y en cuestión de minutos ya había sacudido las redes rivales. En una jugada digna de aplausos, como si tuvieran un guante en el pie, llegó el primer grito sagrado de la noche. ¡Gol de Vélez!
La tormenta en Liniers
Pero la alegría sería efímera. La cosa se puso fea cuando un jugador clave de Vélez vio la tarjeta roja y su equipo quedó en inferioridad numérica. Una expulsión que fue un baldazo de agua fría para los locales, cambiando el rumbo del partido. De pronto, Rosario Central vio la luz al final del túnel.
Rosario Central despierta y sorprende
Los Canallas, con un hombre de más, se agrandaron en la cancha como un león en la selva. El empate fue cuestión de tiempo: un golazo que silenció el Amalfitani y encendió la chispa de un encuentro que parecía perdido para ellos.
El giro dramático
Con el marcador igualado y el ambiente eléctrico, Central no se quedó atrás y presionó como un tornado. Minuto a minuto, la tensión crecía, hasta que… ¡Boom! Un segundo gol que cayó del cielo como un relámpago y dejó a los de Vélez con la boca abierta. Era la remontada soñada, la épica vuelta que catapultaba a Rosario Central a lo más alto del Grupo B.
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El cierre del partido fue una muestra de resistencia y coraje, con los de Central defendiendo con uñas y dientes su tesoro recién encontrado. En el pitazo final, los hinchas canallas estallaron de júbilo. ¡Qué noche, la de anoche! Un duelo que quedará grabado a fuego en la memoria de la hinchada.
