Romagna no se guardó nada y explotó con todo su fervor tras el partido. «¡Es insoportable!», bramó el defensor de San Lorenzo en una entrevista cargada de emociones. Con la indignación a flor de piel, señaló que hay un patrón claro: “Van varios encuentros que inclinan la cancha, ¡siempre en contra de San Lorenzo!”. Así, dejó claro que la paciencia se le ha agotado y que ya no da para un punto más.

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La Cosecha de Injusticias
Los aficionados ya están cansados de ver cómo sus ilusiones se derrumban por decisiones arbitrales que parecen salir de un sombrero mágico, siempre con el mismo desenlace: un final desalentador. Desde tarjetas amarillas que vuelan como hojas en otoño hasta penales claros que caen en el olvido, cada jornada parece un guion repetido. La afición, como un volcán a punto de erupcionar, se siente frustrada, y con razón. ¡Qué rabia da ver cómo se juega con el destino de un grande!
El Último Clavo en el Ataúd
En el partido reciente, una jugada cuestionable dejó a todos boquiabiertos. Un claro empujón al delantero de San Lorenzo en el área rival y ¡fuera! El silbato del árbitro quedó mudo, y con él, las esperanzas de una victoria agitándose en el aire como banderas al viento. “Es como si tuviéramos un enemigo invisible que siempre nos da la espalda”, lanzó Romagna, quien no se calló ante lo que considera una serie de arbitrajes adulterados.
- Tarjetas amarillas: Decisiones arbitrales que han condicionado el juego.
- Penales no cobrados: Momentos críticos donde la justicia se ha esfumado.
- Falta de criterio: Situaciones que claman a gritos por una revisión.
La pasión de Romagna y de cada aficionado de San Lorenzo se siente palpable; es como un río desbordado que busca su cauce. En el balompié, donde las emociones son tan intensas como el color del cielo al atardecer, no hay lugar para medias tintas.
Los hinchas esperan, ansiosos y solidarios, que esta voz valiente inspire un cambio. Porque en el mundo del fútbol, ¡cada grito cuenta! ¡Cada jugada importa! Es hora de que se haga justicia en la cancha y que San Lorenzo recupere su brillo, sacudido por las malas decisiones arbitrales. ¡Vamos, azulgranas! ¡A seguir luchando!

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