Con el corazón en la mano, la Bombonera contestaba a un Boca que parecía dormir una siesta interminable… ¡y de repente, Roger Martínez aprovechó la pasividad del Xeneize y clavó el 2-1! Un baldazo de agua fría, o más bien de hielo, para los hinchas boquenses que llenaban el estadio con su pasión inquebrantable.
¡Un golazo inesperado que sacudió la Bombonera!
La jugada fue como un relámpago en una noche despejada. Boca jugaba como si estuviera en cámara lenta, dejando huecos y caminando la cancha con una tranquilidad que resultó ser fatal. Fue entonces cuando Roger Martínez, cual felino al acecho, se adelantó a sus rivales y marcó el gol que cambió el destino del partido.
La acción que definió el partido
- Minuto 75: El equipo rival recupera la posesión en el medio campo. La defensa de Boca, cual estatuas de sal, se quedó mirando.
- Martínez recibe un pase como si Caperucita hubiera encontrado el camino perfecto hacia la victoria.
- Con una velocidad endiablada y una precisión quirúrgica, Roger Martínez se internó en el área, dejando atrás a los defensores boquenses como si fueran conos de entrenamiento.
- ¡GOL! Un disparo certero que dejó sin chances al arquero de Boca. La pelota se fue al fondo de la red mientras el estadio emitía un gemido colectivo.
La reacción de Boca
Los jugadores de Boca se quedaron boquiabiertos, incapaces de entender cómo el partido se les escapaba de las manos. Parecían en medio de una resaca, atontados e incapaces de reaccionar de inmediato.
Fue un momento de desconcierto total, una pesadilla de la que no pudieron despertar.
El público, antes encendido y enérgico, se tornó en un mar de murmullos y miradas perdidas. La Bombonera había sido silenciada por un gol que golpeó en lo más profundo del corazón xeneize.
¡Esto es fútbol, amigos! El deporte que te lleva del cielo al infierno en cuestión de segundos, donde las sorpresas están a la vuelta de cada esquina y donde los héroes y villanos se escriben con cada latido del balón.
¿Podrá Boca recuperarse de este golpe inesperado? Las respuestas vendrán en el próximo encuentro, pero lo cierto es que esta noche, Roger Martínez fue el verdugo que supo aprovechar la pasividad de Boca para escribir una página decisiva en esta batalla futbolera.
