El legendario Juan Román Riquelme, ícono ineludible del fútbol argentino, no se anduvo con chiquitas y, fiel a su estilo, soltó un cóctel de elogios explosivos y sentencias desgarradoras que dejaron a más de uno boquiabierto. Román, siempre tan directo como un misil tierra-aire, no se privó de reconocer el valor indiscutible de personajes como Tapia y Grondona, pero también dejó en claro que, dadas las circunstancias y las polémicas del fútbol actual, él «estaría preso».
Un Román auténtico: entre elogios y pullas
Con la misma elegancia con la que acariciaba el balón en la Bombonera y con la picardía de un potrero, Román arrancó su intervención dejando por las nubes a Chiqui Tapia, el mandamás de la AFA. Lo comparó con el mítico Julio Grondona, ese «gran patrón» que muchos recuerdan con nostalgia. «Hoy Tapia es el hombre que está al frente de todo y hay que decir que está haciendo un buen laburo», afirmó con contundencia. Y sí, señores, cuando Riquelme habla, se le para la oreja a cualquiera.
Un elogio a Tapia y Grondona que retumbó en la cancha
Riquelme no se quedó en las medias tintas. Fue al hueso. «Si a Grondona le tiraban piedras y él manejaba todo». Una comparación que retumbó como un trueno en medio de una noche de tormenta. Es que para Román, Tapia está a la altura de aquel «Padrino» del fútbol argentino, ese que también tenía detractores pero que puso orden en una arena de leones.
El estallido: El escándalo Fassi-Merlos y la frase lapidaria
Entonces, llegó el momento de la gran bomba. Hablando del escándalo que tiene en vilo al fútbol nacional, el entuerto Fassi-Merlos, Román no se anduvo con chiquitas. «Si yo hacía eso, hoy estaría preso», exclamó con la intensidad de un gol en el último minuto del superclásico. ¡Pim, pam, pum! Con un par de palabras, Riquelme sacudió el avispero y dejó claro que, en su era, esos desvaríos habrían tenido otro cantar.
Imagínense a Riquelme detrás de las rejas, toda una escena de película que, afortunadamente, pertenece solo al mundo de las hipótesis. Pero dijo lo que tenía que decir, sin pelos en la lengua, como el gran crack que fue y sigue siendo.
Detalles del escándalo que nadie puede olvidar
La polémica entre el presidente de Talleres, Andrés Fassi, y el árbitro Andrés Merlos estalló como un volcán en erupción. Todo comenzó con decisiones arbitrales discutidas y terminó en una catarata de acusaciones cruzadas. Según Román, esta situación es «inaceptable» y debería tener consecuencias graves. Señaló con precisión quirúrgica cómo, en sus tiempos, cualquier irregularidad de este calibre habría sido castigada con extrema severidad.
Una reflexión para no olvidar
Las palabras de Riquelme son más que una mera crítica. Son una invitación a la reflexión, una llamada de atención para todos los que aman este deporte. «El fútbol argentino merece ser tratado con respeto, porque es pasión, es vida, es un sentimiento que no se compara con nada», sentenció con la solemnidad de un tango.
Conclusión: Las declaraciones de Riquelme nos recuerdan que el fútbol no es solo un juego, sino un reflejo de nuestra sociedad. A través de sus palabras, podemos vislumbrar los altos y bajos de un deporte que nos hace vibrar, pero que también nos exige mantener la integridad en el centro de la cancha y fuera de ella.
¡Esto se puso caliente, señores y señoras! Solo queda esperar cuál será la próxima jugada en este trepidante partido que es el fútbol argentino. ¡El show debe continuar!